¿De cuándo data la botella de plástico que usás para tomar agua? ¿Cuántas veces la rellenaste? ¿Cuándo fue la última vez que la lavaste?
Rellenar con agua corriente las botellas de agua envasada es una práctica habitual. Sin embargo, estos recipientes fueron pensados, diseñados y fabricados con la idea de un solo uso, y en el mejor de los casos, con la posibilidad de reciclar el plástico.
Pero, ¿es peligroso reutilizarlas una y otra vez?
Uno de los mitos que abundan en internet y que pasan de boca en boca es el de que las botellas de plástico pueden liberar en el agua componentes tóxicos para la salud.
"En términos generales no hay problemas de seguridad para la salud al reutilizar las botellas de plástico", le dijo a BBC Mundo Ana Troncoso, catedrática de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Sevilla, en España.
Según la experta, está demostrado científicamente que los recipientes de plástico rígido a base de policarbonato que contienen el aditivo BPA o Bisfenol A sí lo pueden liberar sobre el contenido.
Aunque, los envases de de plástico flexible están hechos de tereftalato de polietileno, conocidas como PET por sus siglas en inglés, son 100 por ciento reciclables y no usan el Bisfenol A como aditivo. Se pueden identificar por su símbolo triangular negro.
Saldado el primer mito, el mayor riesgo para la salud que surge de la reutilización de botellas en el microbiológico. En otras palabras, son un campo fértil para la reproducción de bacterias.
Por un lado el deterioro por el uso diario de la botella puede provocar la rotura física del plástico, en forma de rayas, grietas o quiebres –algunos imperceptibles– en el material poroso.
Vale recordar que su resistencia mecánica está pensada para un único uso.
Esas fallas en el material son un lugar idóneo para albergar bacterias, lo cual puede ser un riesgo para nuestra salud.
Por otro lado, a menos que las botellas sean lavadas regularmente, la reutilización de los envases de plástico conlleva una contaminación bacteriana, con microorganismos procedentes de nuestra propia boca, nuestras manos o por exposición medioambiental.
Un estudio de 2002 publicado en la revista especializada Canadian Journal of Public Health analizó muestras de 76 botellas de agua utilizadas por estudiantes de primaria.
Entonces, si insistís con llevar esa botella en la mochila o al caminar, antes de usarla mirala bien para asegurarte de que no tiene roturas y lavala con un detergente suave después de cada uso.