El gobernador Maximiliano Pullaro se define como un hombre de fe. Aunque enmarcado en la religión católica, mantiene un sólido vínculo espiritual con el evangelismo al tiempo que considera a ambas religiones verdaderas herramientas para controlar la violencia y la delincuencia tanto en las cárceles como en los barrios. “Veíamos que en los lugares vulnerables donde se cometían los delitos había una justificación de la violencia a través del mal, muchos ritos de macumba y honor a San La Muerte y cómo se encomendaban al demonio. El trabajo de los pastores a través de la Palabra en los territorios ha sido fundamental y quebró una dinámica maligna y de devoción al maligno”, declaró a Rosario3 en el marco de los primeros 6 meses de gestión.
El viernes pasado, tras recibir la visita de Javier Milei a Rosario, Pullaro brindó una entrevista a Radiópolis (Radio 2) en la que reveló, con emoción, que su soporte espiritual en lo personal y laboral es el padre Ignacio y referentes del cristianismo a quienes les adjudicó, en parte, los cambios que considera favorecieron la seguridad de los santafesinos. Uno de ellos es Walter Ghione, diputado provincial de Santa Fe y líder religioso de una comunidad evangélica en Rosario, quien este martes, en conversación con el mismo programa, reveló cómo es el lazo con el jefe político de la Casa Gris y los alcances de la fe en el combate contra la criminalidad.
“Estamos trabajando en conjunto, lo conocí a Maxi en la Cámara de diputados. No soy asesor espiritual, sino que la vida nos ha acercado en este momento, lo he acercado a la comunidad evangélica y vio de cerca el trabajo que se desarrolla. Hoy se logra este trabajo en conjunto, somos unos de los tantos actores sociales, junto a la Iglesia católica, organizaciones intermedias que estamos trabajando para pacificar la ciudad”, explicó sobre el vínculo que mantiene con la gestión.
En Rosario existen unos 700 templos evangélicos, de acuerdo a lo que estima el legislador. Según precisó, algunos de ellos reúnen comunidades de unas 4 mil personas, mientras que otros, apenas 15. “Hay barrios en la ciudad en donde en una misma manzana conviven 4 congregaciones o templos evangélicos”, describió a fin de exponer la amplitud y diversidad del movimiento.
Sobre el despliegue evangélico en las cárceles santafesinas, Ghione advirtió que mantienen “un rol diferente al del Estado, que tiene que entregar de manera más frías las herramientas necesarias”. Y en ese sentido, destacó: “Hay personas que tienen que ser atendidas de manera particular y ahí trabajan muchos las comunidades de fe de la religión que sea, es importante que cada uno cumpla su rol, nosotros acompañamos y contenemos desde la Iglesia evangélica y lo que se nos complicaba mucho en las cárceles y zonas vulnerables era que no sabíamos cómo articular el trabajo con los gobiernos. Había muchos prejuicios para abordar en conjunto y hoy se están rompiendo esos prejuicios. Cada uno cumple el rol necesario”.
“La contención espiritual es algo esencial porque es el aspecto más importante del ser humano, cuando cambia en lo más profundo en su interior todo el resto empieza a cambiar y su conducta empieza a transformarse de verdad”, consideró sobre la importancia de la “evangelización”.
A fin de profundizar acerca de la influencia de la fe en las personas, el pastor aclaró: “Los problemas son nuestros, no podemos pedirle a Dios que solucione los problemas en los que nos metemos. Dios nos da la fuerza para tener una visión diferente de todas las cosas que pasan a nuestro alrededor, podemos encontrar esa voluntad que Dios quiere para cada uno de nosotros, pero tenemos que trabajar bastante. No es algo mágico”.
Luego, continuó en ese sentido: “Lo milagroso no tiene nada que ver con lo mágico, tiene que ver con cuestiones específicas, que tienen que ver con personas que están en una cárcel totalmente desahuciadas, que no han podido en el recorrido de su vida cambiar, o han tenido en un momento la voluntad de cambiar, pero no lo han logrado. Pero cuando conocen a Dios comienzan a experimentar un cambio mucho más profundo y empiezan a entender por qué hicieron lo que hicieron. Ahí hay un verdadero arrepentimiento y es gente que vos la ves transformada”.
El diputado religioso, quien negó que digite el voto de los creyentes, observó sobre el poder de la fe en las personas que han cometido delitos: “Cuesta creer que después de lo que hicieron puedan ser personas de bien, pero hoy están reinsertados. Ahí hay un milagro, pero también un esfuerzo de la persona para salir adelante. El esfuerzo es de cada uno pero la fe ayuda mucho a atravesar momentos difíciles en la vida personal y en la vida en comunidad, como por ejemplo, lo que ha pasado estos últimos tiempos en Rosario”. Y concluyó: “Tenemos que involucrarnos para cambiar la realidad en la que vivimos”.