La ordenanza número 10.636, conocida como “de nocturnidad”, fue sancionada por el Concejo y reglamentada a fines de septiembre por el Ejecutivo municipal con el objeto de ponerle un marco regulatorio a la diversión nocturna en la ciudad y lograr que puedan convivir de manera pacífica y virtuosa todos los eslabones de la cadena: bolicheros, dueños de bares y espacios culturales, los jóvenes (o no tan jóvenes también) que los transiten y los vecinos de esos reductos.

En esta nueva normativa se destaca un apartado específicamente dedicado a la organización de fiestas para menores de edad, conocidas comúnmente como matinés, que aspira a brindar una oferta variada y segura de diversión a los más chicos y a reactivar una industria que supo tener sitios referenciales en décadas pasadas como Stadium (también llamado Sonic, Planet y Star, en Maipú al 1000). Según el secretario de gobierno municipal, Sebastián Chale, ahora serán los propios boliches para adultos los que ofrecerán su versión para menores.

Hace varios años en Rosario había boliches exclusivos para los chicos. Era un rubro en sí mismo dentro de la industria de la diversión, pero eso dejó de existir: hoy es más difícil porque los costos subieron y son otros los números que se manejan. Y el ingreso principal de un boliche, que es la venta de bebidas alcohólicas, para menores por supuesto que no se permite”, dijo el funcionario.

De acuerdo a los explicado por Chale, “la ordenanza que salió del Concejo planteaba un nuevo marco regulatorio, que permita que un boliche habitualmente dedicado a mayores pueda ofrecer, en un horario más temprano y quizás entre semana, la realización de una matiné o fiestas para menores. Y eso es lo que reglamentamos en el decreto”.

Cómo serán las nuevas matinés

“Estos boliches para adultos van a poder abrir especialmente para chicos respetando determinadas condiciones, como por ejemplo la prohibición de venta de bebidas alcohólicas, abriendo hasta las 12 de la noche durante los días de semana y hasta las 2 de la mañana de viernes a domingo”, destacó Chale como condición inicial.

“No se permitirá que convivan mayores y menores, salvo los adultos que acompañen a los menores: a ellos se les permitirá estar en un espacio apropiado que el boliche puede llegar a tener. Y se exigirá que el establecimiento cuente con una línea telefónica como medio de comunicación para los adultos responsables para cualquier eventualidad y mayor seguridad”, narró. Todo esto forma parte de un anexo en la ordenanza, que aclara que será la Secretaría de Control y Convivencia la que evaluará el cumplimiento de los requisitos necesarios para poder obtener la autorización de realización.

Los días y horarios para matinés que especifica la norma son: domingos, lunes, martes, miércoles y jueves de 20 a 00 horas; viernes, sábados y vísperas de feriados de 20 a 02.

Con relación a las bebidas que podrán expender, quedan prohibidas las alcohólicas y también las energizantes. Y si “por la naturaleza del evento o actividad que se realice asistan menores de edad a establecimientos que expenden bebidas alcohólicas (por ejemplo, una graduación o despedida, en la que convivirán menores y mayores de 18 años), los primeros deberán utilizar de manera visible, obligatoriamente, una pulsera que le será suministrada por el mismo establecimiento, a fin de permitir una identificación rápida y fácil para un mejor y más eficiente control tendiente a evitar el consumo de bebidas alcohólicas y/o prohibidas para menores”, reza la norma.

Un nuevo módulo de negocios para los bolicheros

Chale cree que “esta será una opción de negocio para los dueños de boliches para adultos en un momento de vacas muy flacas: por ejemplo, hacer una matiné, cortar a la 1:30 para luego poder acondicionar el espacio y reabrir un poco más tarde para los mayores, o sea hacer dos funciones en una misma noche, o abrir un día exclusivamente para menores, puede ser una buena alternativa”.

“Ya hemos estado en contacto con productores, organizadores de fiestas, bolicheros que para el mes de noviembre ya van a estar preparando, bajo la nueva norma, esta nueva oferta que esperamos también prenda en los chicos para evitar las fiestas conocidas como clandestinas, el traslado a lugares inapropiados, sin habilitación, con el riesgo que esto implica”, añadió.

En los últimos años, han sido los clubes y los colegios los que han organizado las matinés. Para Chale, la diferencia es que “lo han hecho como una oferta muy eventual, no regular. Por supuesto que lo van a poder a seguir haciendo porque la ordenanza los incluyó en lo que se llama el ‘derecho de parlante’, para poder pedir un permiso eventual a la Secretaría de Control, pero eso no podrá realizarse de manera regular porque estarían compitiendo de una manera desleal con un local comercial que está habilitado para para tal fin”.

Mayor seguridad, el otro objetivo

Finalmente, el secretario de gobierno comentó: “Hoy hay con esto una opción que no existía y una búsqueda de que esa oferta se dé de manera segura. Es obvio que los chicos pueden tomar en la previa, antes de ir a la fiesta o en un kiosco, y que no es algo fácil de controlar por la cantidad de comercios que hay en la ciudad. Pero me parece que la ciudad tiene que recrear esa modalidad de tener una oferta, que no sea una excusa esto de ‘no tenemos dónde ir’ y entonces nos encerramos en una casa que alquilamos un chalet en el Gran Rosario o en Fisherton”.

“Todos hemos sabido de alquileres de quintas o de algún chalet en las afueras de la ciudad para hacer estos encuentros, fiestas que implican ciertos riesgos en el traslado o en condiciones precarias y sin ningún tipo de supervisión o habilitación, inclusive con la venta de bebidas alcohólicas. Y que desde la pandemia se han hecho más fáciles de organizar, porque se montó toda una industria alrededor de lo que antes se conocía como fiestas clandestinas”, agregó.

No creo que una ordenanza pueda resolver de por sí problemas que son muy de fondo, como el acceso a las primeras ingestas de alcohol y demás, que muchas veces se dan cada vez a más temprana edad y que tiene que ver con varios problemas que arrastramos social y culturalmente, pero aspiramos a que la ordenanza pueda contribuir y que se genere nuevamente una movida de matinés como hubo antes, cuando existían lugares que eran muy clásicos, que estaban preparados y tenían toda una promoción alrededor de la fiesta para menores. Y que haya más inversiones en la nocturnidad”.