Ante el altísimo incumplimiento de la cuarentena de quienes regresan del exterior, el gobierno nacional decidió restringir el número de vuelos para reducir las posibilidades de ingreso de las nuevas cepas de covid. Esto generó toda una reingeniería para acomodar vuelos. La directora nacional de Migraciones, Florencia Carignano, confirmó que no habrá operativos de repatriación como el año pasado.
“No hay vuelos de rapatriación, no es marzo del año pasado, ya todos sabemos lo que pasa en todo el mundo”, señaló Carignano, en contacto con el programa Radiópolis, que conduce Roberto Caferra por Radio 2. Y recordó que al momento de salir del país, se firma una declaración jurada en la que el pasajero asume los riesgos y responsabilidades del viaje.
“El problema no es el ingreso, tuvimos que limitar (los vuelos) porque hay un 40, 45 por ciento de gente que no cumple el aislamiento”, explicó. Rosario lleva la –reprochable– delantera: rosarinos que regresan del extranjero son los que más incumplen el aislamiento.
Consultada por los costos de suspender el viaje si ya se está en el exterior –que se traduce en alojamiento y alimentos, entre otros gastos–, Carignano reiteró que corren a cuenta del viajero, al saber que esto podía ocurrir.
Y destacó que las reprogramaciones son negociaciones entre privados: la Administración Nacional de Aviación Civil (Anac) asigna cupos de vuelo a las aerolíneas, las cuales, a su vez la destinarán para aquellas operaciones con mayor demanda. Los pasajeros afectados deberán reprogramar sus vuelos directamente con sus aerolíneas.