“Me voy a la mierda, dejo la radio, dejo la tele, dejo todo, mi vida vale mucho más”. Eso dijo que pensó Viviana Canosa tras recibir una serie de mensajes de parte del presidente de la Nación en los que criticaba su programa “Nada Personal” por El Nueve. Sin embargo, después se sintió fortalecida y logró hablar con él. Toda la historia fue relatada por la misma protagonista en diálogo con Moskita Muerta y Nilda Sarli en Por si las moscas, por La Once Diez/Radio de la Ciudad.
De acuerdo a lo que publicó el sitio Teleshow, la conductora reveló que el mismísimo Presidente de la Nación, Alberto Fernández, le había mandado unos mensajes para quejarse de lo que se había emitido en el ciclo de El Nueve.
“Me pareció un poco fuerte y me sentí muy incómoda, cuando me desperté al otro día me temblaban las piernas”, explicó. “Yo vivo con mi papá y con mi hija y la verdad que no se lo quería decir, mi papá se enteró por la tele. Llamé a un amigo de la política para ver cómo tomarme este mensaje y estuve todo el día angustiada, con un nudo a en la garganta. A la noche, le escribí varios mensajes al Presidente y los borré todos. Pero después le puse uno en el que le dije que cuando quiera nos tomamos un café, porque engancharme con eso no tenía sentido. No soy víctima de nada ni de nadie y voy a seguir diciendo lo que pienso y lo que siento. Pero es un momento intenso. Y, a la vez, esto me dio fuerza para seguir siendo más intensa”.
Canosa detalló cuál fue su sensación luego de recibir los mensajes, que no había podido leer en el canal por falta de señal. “Me hizo ruido en el cuerpo, más allá de lo psicológico, me quedé paralizada. Estaba en la cama, la miré a Martina que estaba dormida, se me empezaron a dormir las piernas, empecé a sentir palpitaciones, empecé a sentir ataques de pánico, me angustié y en ese momento dije: ‘Me voy a la mierda, dejo la radio, dejo la tele, dejo todo, mi vida vale mucho más...‘ Pero, durante el transcurso del día, pensé: ‘Esto me lo gané, laburo de esto, soy una mina que labura dignamente'”.
No obstante, aclaró que después tuvo la oportunidad de dialogar con Fernández. “Pude hablar con él, en un tono muy seco. Seguramente, más adelante hablaremos, tal vez en alguna entrevista. A mí me pareció intimidatorio, porque mi teléfono no es público. Él me dijo: ‘Te lo digo porque te quiero mucho, se te va a volver en contra lo que estas diciendo’. Fueron varias cosas así y pensé que era el momento de dejar la televisión. Pero pude aclararlo con él y con gente de la política. Lo que pasa es que no puedo trabajar presionada, si no, no lo hago. Si tengo que laburar para decir lo que quieren que diga, no soy negocio tampoco yo para ellos porque no me sale”, aseguró.
El otro Fernández
En otro orden, Canosa aclaró cómo fue el episodio en el que le pidió a Aníbal Fernández que se pusiera alcohol en gel y él se negó, por lo que ella terminó rociándolo contra su voluntad. “Siempre que viene puede pasar de todo, porque él es una bestia y yo también. Después me explicó que si yo le ponía el alcohol era como que él perdía. Cuando yo se lo tiré pensé que la tapa estaba cerraba. El si no te la gana, te la empata, pero siempre te la gana. Es uno de los dirigentes con más cintura política que conozco”, dijo la conductora.
¿Cómo terminó el incidente? “Yo lo llamé a Aníbal después y él me dijo: ‘Dejáte de joder, vuelvo cuando quieras'. En ese momento no me di cuenta, fue un blooper, nunca supe que la tapa no estaba cerrada”, explicó Viviana.
Finalmente, Canosa hizo referencia al machismo en los medios de comunicación y dio un ejemplo personal. “La revista Barcelona hizo una tapa con Lacalle Pou y cómo que yo había beboteado. Seducir, es muy amplia la palabra, cuando voy a comprar a la esquina de mi casa y pido dos lechugas tengo esa voz. ¿A ver si le van a decir a Lacalle Pou que Leuco padre lo bebotea? La verdad que es muy machirulo pensar así”, concluyó.