La Cámara Argentina de la Construcción Delegación Rosario difundió este lunes un comunicado en el que "expresa su profunda preocupación por la escalada de violencia que azota, agobia e intimida los valores de producción, educativos y culturales y de alto espíritu emprendedor, que los rosarinos supimos aportar desde siempre".
La entidad entiende que "no es bueno el silencio, que necesitamos involucrarnos, y que es hoy, más que nunca, que debemos fomentar la solidaridad y el apoyo mutuo de todos los ciudadanos", y por eso sostiene que "para comenzar a encontrar la solución, necesitamos con urgencia un acuerdo político que genere un plan estratégico de seguridad para Rosario, en el que estén comprometidos tanto el gobierno nacional, como el provincial y el local, y se involucren los tres poderes de cada estado".
Según expresaron, se necesita "una verdadera política de Estado que trascienda los gobiernos, más aún cuando este momento crítico tiene un horizonte de cambio de autoridades en pocos meses.
"Esta entidad, junto a más de 40 organizaciones de la sociedad civil, se ha movilizado a través de la Multisectorial por la Paz, y estamos participando además de otros espacios no sólo reclamando, sino haciendo aportes y mostrando una férrea unidad que esperamos contagie", agregaron.
Los constructores agregan que "nuestro sector contribuye de manera significativa con oferta de trabajo formal, que es el camino para enfrentar la desigualdad, la pobreza y el delito. En estos últimos días, somos testigos que el problema se reconoce a nivel nacional, y hay anuncios de medidas urgentes y conjuntas de los tres niveles del estado. Tenemos una gran esperanza que sea el inicio del plan estratégico en seguridad que anhelamos. Nuestra sociedad no acepta más enconos y acusaciones cruzadas; desea de una vez por todas amanecer con una ciudad y un país unidos, con consensos, con la única finalidad de tomar el rumbo de una sociedad segura, amable y predecible".
Tras los hechos de inseguridad vividos en los últimos días en Rosario vinculados al avance del narcotráfico, desde el gobierno central reforzaron el despliegue de fuerzas federales y el envío del Ejército para realizar tareas de urbanización en barrios populares.