Los miles de seguidores del exmandatario de Brasil Jair Bolsonaro que invadieron este domingo el Palacio del Planalto, el Congreso Nacional y el Supremo Tribunal Federal (STF, corte suprema), en Brasilia, provocaron cuantiosos daños.

Dentro de los predios de los tres poderes, muebles y obras de arte fueron destruidos, según se pudo ver en la cobertura de medios locales, así como en material audiovisual publicado en redes sociales.


En un video publicado en la red social Twitter, un manifestante sostenía una puerta del despacho de uno de los integrantes del STF y titular del Tribunal Superior Electoral (TSE), Alexandre de Moraes, uno de los principales destinatarios de los insultos y críticas de Bolsonaro.

En otros videos, filmados dentro del STF, se veían manifestantes utilizando parte del mobiliario para romper las ventanas de vidrio del predio.


La misma escena se repitió en el Palacio del Planalto, sede del gobierno federal, según fotos publicadas por el portal de noticias G1, del grupo O Globo.

Parte los muebles, principalmente sillas, yacían a los costados de la rampa por donde subió Luiz Inácio Lula da Silva el domingo para que le colocaran la faja presidencial.

Allí también se utilizaron vallas de seguridad para romper los ventanales para ingresar al edificio.

Un patrullero de la Policía Federal Legislativa fue empujado por parte de los vándalos en uno de los espejos de agua frente al Congreso Nacional.

En esas inmediaciones, en una silla, reposaba el escudo del Congreso arrancado de dentro del palacio.

Los manifestantes también dañaron importantes obras de arte para la cultura brasileña.

Uno de ellos fue "Araguaia", un vitral de Marianne Peretti, 1977, que se encuentra en la sala verde de la Cámara de Representantes, informó el diario Folha de San Pablo.

En el Planalto, el lienzo "Duas Mulatas", pintado en 1962 por Di Cavalcanti, fue agujereado por los golpistas.

En el STF, la silla de la presidenta Rosa Weber, obra del diseñador Jorge Zalszupin, fue arrancada. Además, un crucifijo resultó dañado y la escultura "Justicia", de Alfredo Ceschiatti, 1961, fue objeto de pintadas.

También ingresaron y destrozaron la oficina de la dirección del Partido de los Trabajadores (PT) Y al lado prendieron fuego a una cafetería.


Los elementos contra incendios, como mangueras y matafuegos, también fueron vandalizados.