El atleta noruego Jonas Felde Sevaldrud, un youtuber que había perdido la motivación deportiva, la encontró en un desafío extremo.

"Después de un aburrido año de covid-19, estuve con muy poca inspiración, no la podía encontrar por ningún lado, hasta que leí ‘Born tu run’, un libro sobre el running minimalista, y la verdad es que me inspiró a correr descalzo”, comienza explicando en su video.

Pero vive en Noruega, en donde el clima no es la mejor compañía para realizar esta práctica. Menos en invierno, con temperaturas muy bajas, continua caída de nieve y mucho hielo. "Pero no voy a dejar que eso me detenga", señaló Sevaldrud. Y así fue.

Primero hizo un 5K de prueba. No sintió nada malo, ningún impedimento. Incluso lo sentía fácil. "Estaba preparado para un desafío más grande", se aventuró. El atleta buscó en internet cuál era el récord establecido en correr, descalzo, 21 kilómetros sobre nieve. Y lo encontró: el temerario holandés Wim Hof, conocido por sus actividades extremas bajo cero, lo hizo en 2 horas y 16 minutos en 2007, en Finlandia. Esa era la motivación que buscaba.

Así fue como comenzó con este gran desafío personal. Pero no fue nada fácil. En su primer intento no pudo superar los 10 kilómetros, ya que sus pies dijeron basta, se ampollaron, se cortaron y quedaron en carne viva, llenos de sangre. Él pudo soportar el frío, pero sus pies no soportaron el terreno, lógico, no estaban acostumbrados y no tenía formados los callos. Su ritmo promedio era bueno: 4:42 por kilómetro.

No contento con el resultado, Sevaldrud dejó pasar el tiempo necesario para que sus plantas cicatrizaran y volvió a intentar. El día elegido, por más que podría parecer más complicado por las intensas nevadas, resultó ser de gran ayuda: la nieve que caía sobre el suelo hacía más blanda la superficie y como consecuencia era mejor para el impacto. El primer intento era pleno hielo.

Con una liebre delante de él para filmar toda la hazaña y luego mandarla a las autoridades del libro de Récords Guinness, el youtuber frenaba cada 5 kilómetros aproximadamente para descansar del frío sobre una toalla y revisar sus plantes del pie.

Luego de los primeros 5.000, todo marchaba bien. En el primer 10K, la piel muerta de su anterior intento se estaba despegando, pero no había sangre, ni tampoco le causaba dolor. Cerca de los 16K comenzó a sentir frío de verdad en sus pies. "Me duele bastante", asegura en el video.

A tan solo 2 kilómetros para completar la prueba, sus preocupaciones aumentaban, aunque estaba confiando en llegar y poder destrozar el récord previo. "En este momento mis pies no se sienten tan fríos. Quizás tienen tanto frío que simplemente están adormecidos", advierte en la grabación. Pero más allá de ese estado, él continuó y lo logró: cruzó la meta con un tiempo mucho más rápido que el del holandés: 1 horas 44 minutos y 58 segundos.

Si bien todavía no fue ratificado por el libro Guinness de récords mundiales, Sevaldrud logró más de lo que buscaba. Su inspiración y motivación lo llevaron a bajar por más de media hora el tiempo de Hof, según publicó TN.