Luego del anuncio del presidente Alberto Fernández sobre la intervención de la empresa agroexportadora Vicentín, el designado subinterventor Luciano Zarich arribó este martes a la sede central de la firma en la localidad santafesina de Avellaneda.
El representante del gobierno nacional hizo entrega del decreto presidencial a autoridades judiciales pero no ingresó al edificio de la compañía ya que permanecía cerrado bajo llave. Hubo un clima de tensión e insultos de vecinos.
La llegada estuvo rodeada de un fuerte operativo de seguridad desplegado por agentes de la Policía Federal y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria.
Pasadas las 10 de la mañana, dos aviones procedentes de Buenos Aires, arribaron al aeropuerto de Reconquista, con representantes del gobierno nacional encabezados por Zarich.
El sitio Reconquista Hoy detalló que los funcionarios se trasladaron al juzgado civil y comercial de Reconquista a cargo de Fabián Lorenzini y dejaron copia del decreto de necesidad y urgencia del presidente que dispuso la intervención.
Luego la delegación partió hacia las oficinas centrales de Vicentín en la ciudad de Avellaneda, pero no ingresó al edificio.
Medios de Reconquista aseguraron que el abogado de Vicentín había ordenado cerrar bajo llave las oficinas. Luego, la comitiva se fue a la Municipalidad de Reconquista donde los recibió el intendente.
Luego del anuncio de la intervención, el directorio de la firma lanzó un duro comunicado donde expresó su “preocupación” y su “voluntad de honrar” sus deudas.
"El camino elegido nos llena de incertidumbre y preocupación", afirmó el directorio de Vicentín en un comunicado.
"Reivindicamos la legitimidad de proteger los derechos de una empresa argentina y de sus accionistas", afirmaron.
El jefe de Estado planea enviar en estos días un proyecto de ley al Congreso con el fin de rescatar a la empresa para permitirle afrontar su crisis financiera.