Marlon Oliveira llegó a Rosario desde San Gabriel (Porto Alegre, Brasil) con 23 años en 2017. Es profesor de Educación Física y músico pero sobre todo heredó de su padre el rol de referente social, de organizar para conectar, para compartir cultura, para ayudar. Así parió, junto a otros migrantes en la ciudad, el encuentro “Invierno solidario”.
Marlon tiene hoy 29 años y encabeza esa agrupación que combina una olla popular, con actividades físicas, artísticas y culturales. Además, a fin de año, desde noviembre, juntan juguetes para repartirlos a chicos y chicas en la navidad.
“Invierno solidario” empezó con 13 voluntarios, la mayoría de ellos jóvenes migrantes que llegaron a la ciudad desde Brasil, Colombia, Haití, Paraguay, Perú, Chile o Canadá. La organización creció y ya son más de 70, según contó Marlon a Rosario3. La iniciativa fue, además, declarada de interés por el Concejo municipal.
“Nosotros, migrantes, siempre tratamos de colaborar y ser parte activamente de nuestra comunidad, desde distintas áreas de actuación, yo soy licenciado en Educación Física y músico. El «Invierno Solidario» este año juntó a más de siete nacionalidades migrantes, todo es un aporte hacia nuestra ciudad de Rosario que tanto amamos”, aseguró el creador del grupo.
El último despliegue se realizó en julio en el barrio Emaús. Sumaron un stand de salud para atención primaria de los habitantes del barrio. El trabajo comenzó en abril con fiestas para juntar los alimentos y ese proceso se cierra este sábado, a las 18 en Italia 773, con un encuentro entre todos los que formaron parte de la movida solidaria.
“Somos un grupo de mucha diversidad cultural, con distintos idiomas y países de origen pero que nos encontramos para hacer esto. Yo ya lo hacía desde 2014 en mi ciudad, San Gabriel, y cuando me vine a Rosario en 2017, a la zona de bulevar Seguí y Castellanos empecé a organizarlo, primero casa por casa y después creció. El primer evento lo hicimos en 2020”, recordó Marlon.
Para él y quienes lo acompañan, entre ellos por ejemplo Robby Glésile, el joven haitiano que presentó su libro “Papiyon Nwa” (Mariposa negra) en la última feria local, se trata de una forma de “ser parte de esta ciudad y su comunidad”. Ratificar que la migración, además de ser un derecho, puede nutrir y enriquecer las sociedades.
Marlon tiene claro su objetivo: “Siento que es un deber mío colaborar, ayudar al bienestar de la sociedad en la que vivo”. A través de sus redes sociales y las de Invierno Solidario, invita a participar a quien quiera sumarse o hacer donaciones.