Una pareja de españoles confesó haber arrojado a su bebé recién nacido a un río y quedó detenida. Fue en Palencia, en el río Carrión, en Palencia. Al niño lo metieron en una bolsa junto con un ladrillo, y lo tiraron al agua.
El hecho se descubrió luego de que la Policía Nacional recibiera un llamado en el que una paciente de un centro de salud aseguraba que había dado a luz hacía poco, pero no sabía dónde estaba el bebé. Luego comenzó a recordar y, según declaró el subdelegado del Gobierno, Ángel Miguel Gutiérrez, dijo que había tirado al bebé a un contenedor.
Empezó entonces una búsqueda en todos los contenedores de la zona. Pero la mujer, llamada Sonia, dio otra versión: declaró que junto a su pareja habían enterrado el cuerpo en el Monte el Viejo, a unos seis kilómetros de la ciudad.
Pero esa declaración tampoco era cierta. Finalmente, Sonia y Daniel confesaron que el parto había sido el 28 de enero y que se habían deshecho del bebé tirándolo al río Carrión.
El cuerpo del pequeño fue encontrado y se espera que la autopsia determine si el bebé nació vivo o muerto, y las causas de su fallecimiento.