Carla Soledad Kaufmann es una mujer de 36 años oriunda de Vera, ciudad al norte de Santa Fe, fue encontrada responsable por abuso sexual de un adolescente por un tribunal de Apelaciones. La víctima es hijo de un hombre del que la mujer quería vengarse.
Deberá cumplir tres años y cuatro meses de prisión por la autoría del delito de estupro. El fallo de la Alzada fue dispuesto por el camarista en lo penal Eduardo Bernacchia en los Tribunales de Reconquista, quien no hizo lugar a lo solicitado a la apelación que presentó la defensa de la acusada, condenada en primera instancia.
El fiscal Valentín Hereñú, a cargo de la investigación, recordó que "el contexto del caso es complejo porque el hecho fue pensado por ella como parte de un plan para vengarse del padre de la víctima, lo cual se consideró probado en el debate y fue ratificado por el magistrado que revisó el fallo". Destacó entonces que "en ambas instancias, se dio por acreditada la teoría".
“Tras analizar la sentencia condenatoria, el camarista coincidió con el juez de primera instancia en que el adolescente no consintió los actos de contenido sexual que Kaufmann llevó a cabo bajo su exclusiva dominabilidad”, agregó Hereñú.
El ilícito fue cometido alrededor de las 5:30 de la madrugada del domingo 11 de junio del año pasado en la vía pública de la localidad de Vera. “En inmediaciones de Santa Fe y Alvear, Kaufmann le realizó prácticas sexuales al adolescente, sin que él brindara su consentimiento”, aseveró el fiscal.
En cuanto a la planificación del hecho, Hereñú indicó que "la mujer de 36 años obtuvo el número de teléfono celular del joven a través de un amigo de él, y le escribió mensajes de WhatsApp en los que lo invitaba a irse juntos de un boliche en el que ambos estaban. Y sin saber quién era la mujer, la víctima salió del local bailable y se encontró afuera con ella”.
Tras caminar unos metros por un recorrido que la condenada iba indicando al adolescente, llegaron a un sitio oscuro, donde la mujer abusó sexualmente del menor.
“Durante la situación abusiva, Kaufmann instó a la víctima a no contarle a nadie sobre lo sucedido y le dijo que, si alguien se enteraba, ella iría presa por tener el doble de la edad de él”, señaló el fiscal.
Luego de concretar su conducta delictiva, la mujer se identificó con su nombre y apellido, “le aseguró al adolescente que sabía cosas de él y le mencionó que estaba al tanto de que sus padres estaban de viaje, lo cual era cierto”, especificó Hereñú.
"Si bien él no conocía físicamente a la condenada, cuando ella le dijo quién era, supo que se trataba de una persona con la que su padre había tenido un conflicto personal”, finalizó el letrado.