En septiembre de 2019 Fernanda Torres, una cirujana del hospital Artémides Zatti, de Viedma, fue acusada de dejar cuadripléjico a un niño de 5 años que ingresó al hospital con un cuadro de fiebre y neumonía. Días atrás y después de 3 años, la declararon culpable por mala praxis.
Según trascendió, Joaquín Rodríguez, el niño que en ese entonces tenía 5 años, arribó a la guardia del hospital Zatti por fiebre alta y una aparente neumonía. Joaquín se encontraba enfermo desde hacía días y en el hospital de la región no lograban estabilizarlo. Es por eso que decidieron acudir al Artémides Zatti.
Allí, le hicieron estudios y le detectaron líquido en la pleura (membrana que recubre los pulmones). Lo medicaron pero no lograron mejoría. "El lunes estaba peor, la fiebre no bajaba, y el martes 10 le hacen una placa y encuentran más líquido. Llega la cirujana Fernanda Torres y nos comenta que había que hacerle una punción y que el procedimiento era sencillo y rápido", detalló la madre de Joaquín a medios locales.
Con muchas preguntas y sin muchas respuestas, Joaquín fue trasladado de urgencia a Buenos Aires, donde se enteraron que en el Zatti había estado 3 minutos en paro, y 16 minutos siendo reanimado, lo que le produjo consecuencias neurológicas importantes. Después de meses de medicamentos, visitas al médico y rehabilitación, en agosto de 2020 les dijeron que no había más que hacer y les sugieren que volvieran a su casa.
El pasado 8 de marzo la familia finalmente inició el juicio contra la cirujana Fernanda Torres, donde se enteraron lo que había ocurrido ese 10 de septiembre de 2019: el niño ingresó al quirófano sin un neumotórax hipertensivo y se lo provocaron durante el procedimiento. El juez Guillermo Bustamante declaró culpable a la acusada por delito de "lesiones gravísimas culposas", y la Fiscalía pedirá, además de la condena, la inhabilitación para el ejercicio de la medicina.