Jason Moore, de 47 años, estaba buscando un lugar para pescar cuando encontró una lamprea parecida a una anguila de un metro de largo, en el río Exe en Devon, Inglaterra.

El animal con dientes y forma de anguila, apodado "dinosaurio viviente", era 10 veces más grande de lo que Moore había visto antes. "Estaba en el agua, al borde del agua. Pensé: 'Vaya, es increíble, ¡mira el tamaño de eso! Vamos a pescarlo y echarle un vistazo'", expresó al medio británico The Metro.

"Es largo y parecido a una anguila, y su boca es... no sé cómo describirla realmente... un poco como una sanguijuela, supongo, pero mucho, mucho más grande. Tiene filas y filas y filas de dientes, que casi parecen el Demogorgon de Stranger Things. Parece bastante horripilante", agregó.

La lamprea de río puede crecer hasta 50 centímetros por lo que la que Moore descubrió en el río Exe era en realidad un monstruo, con el doble de tamaño. Al animal también se lo describe como "uno de los vertebrados más primitivos que aún viven hoy en día".

Moore, quien está familiarizado con la especie dijo que el largo ejemplar parecía haber generado algunos huevos de peces antes de morir y piensa que a pesar del aspecto monstruoso de las criaturas no hay necesidad de tenerle miedo a la lamprea: "Creo que la mayoría de la gente está realmente un poco sorprendida de que ese tipo de cosas naden en nuestros ríos. Pero no quisiera que nadie se asustara ni se horrorizara, o que realmente pensara en no ir a los ríos, no hacer kayak o evitar un río para recreación solo porque eso está ahí".

Los enormes dientes de la criatura se utilizan para engancharse a un huésped (normalmente un habitante del mar o del río) y chupar su sangre y otros fluidos corporales vitales. Aunque pueden parecer aterradoras, las lampreas de río no son conocidas por chupar sangre y no suponen un peligro para quienes nadan en los ríos del Reino Unido. Sus homólogas oceánicas, las lampreas marinas, son las que lamen los fluidos corporales de sus víctimas.