La historia de compañerismo y juego limpio que protagonizaron un grupo de chicos de 11 años durante un partido de la Asociación Rosarina de Fútbol emociona y merece ser contada. Francisco, un jugador de Bancario que enfrentaba a Mitre de Pérez, cayó dentro del área y el árbitro sancionó un penal que no era, pero el técnico del equipo beneficiado, al ver que el niño que cometió la supuesta falta se largó a llorar, le pidió a Mateo, el pateador designado, que lo tirara afuera para evitar la injusticia deportiva.
Fue el último domingo por la tarde en el encuentro de la categoría pre décima que jugaron Club Bancario y Mitre de Pérez, en la vecina ciudad al oeste de Rosario. Horacio Caravacca, profe del equipo visitante, relató los detalles de la escena, cómo habló con sus jugadores y por qué tomó la determinación final.
“El chico que comete el penal sale llorando, desconsolado. Yo me cruzo la cancha para preguntarle por qué, pensé que lo habían expulsado y le iba a decir al árbitro que no lo eche. El profe me dice que no lo había expulsado y el chico que no había sido penal”, explicó en De 12 a 14 (El Tres).
Tras ese breve diálogo con los rivales, se acercó a Francisco y le preguntó si había sido penal: “Él me dijo que no, rápidamente. Se ve en la imagen que se levanta rápido, no es que se queda tirado simulando”.
“Cuando vi al chico llorar, dije que no, que no me había tocado. Yo había saltado, fue error del árbitro. En esa jugada yo la tiro larga y salto, me tiro y cobraron el penal que no había hecho”, reconoció Francisco, el jugador de Bancario que había desbordado y cayó dentro del área.
En ese momento, Mateo Montiel, que lleva el mismo apellido de Gonzalo, el defensor campeón del mundo con Argentina que pateó el penal definitivo ante Francia en Qatar 2022 y que nunca en su carrera erró uno, ya estaba preparado para ejecutar el penal, aunque los árbitros, según contó Horacio, se habían reunido en la cancha porque recibieron muchos insultos y reclamos por la sanción del penal que no fue: “Entonces se me ocurrió decirle a ‘Mate’ que la tirara afuera, para seguir el partido y no sacar ventaja de una situación que no había sido tal”.
El espíritu competitivo de Francisco lo hizo dudar un poco, pero después aflojó. Contó que “le dio pena pero no tanto” ver a su rival llorando desconsolado y que logró “ponerse en su lugar” para comprender por qué el DT les pidió que fallaran el penal.
Mateo, ya con la pelota en la mano sobre el punto del penal, recibió el pedido del profe y no dudó. “Yo accedí automáticamente y la tiré afuera. Me lo dijo el profe y lo hice, hay que tenerle respeto a cualquier rival que tengas en frente”, contó. Antes de patear corrió hasta donde estaban su papá, la mamá, la abuela y dos hermanos para anticiparles lo que iba a pasar.
Esta vez, en una cancha de Pérez, a miles de kilómetros de Qatar y del estadio de River, escenarios donde el lateral derecho de la selección supo convertir, sucedió lo que nunca con ese Montiel: el platinado Mateo se plantó frente a la pelota y la tiró afuera con la derecha. Para que todo sea un poco más justo.