James Michael, oriundo de Inglaterra, estuvo a punto de perder la vida luego de que un gusano le entrara en el pene durante las vacaciones que pasó con sus amigos en África y depositara huevos en él.
El grupo de viajeros hizo su despedida del viaje nadando en el lago Malawi y fue allí donde ocurrió el hecho. "Fuimos a navegar al lago en canoa y yo decidí tirarme al lago en un momento de locura y diversión. Fue algo inocente", relató Michael.
En ese momento comenzó a notar diversas manchas en su cuerpo y a sentir fuertes dolores en las piernas. Por ese motivo, se dirigió hacia un hospital donde le dijeron que estaba en peligro porque un parásito que había entrado por su miembro, le estaba dejando los huevos dentro de su cuerpo.
Según publicó Crónica, en el centro médico los especialistas le dieron antibióticos pero como no mejoraba, lo sometieron a nuevos estudios. Después de unas semanas de investigación, le diagnosticaron esquistosomiasis, una infección causada por un gusano parásito que se encuentra en las aguas dulces en regiones tropicales.
Finalmente, los expertos pudieron atacar al parásito con un medicamento que mató la infección. Pero lamentablemente quedó muy débil y le dijeron que había un 30 por ciento de posibilidades de que se recupere por completo dentro de 10 años.
"Al principio de mi recuperación, tuve un brote de acné terrible que recorrió mi espalda y brazos. No pude dormir durante un mes, me dolía acostarme. No podía estar bajo el agua corriente y no podía recibir ni los abrazos de mi novia. Todo esto afectó mi vida por completo. Esto fue horrible. Se siente como una montaña interminable que tuve que escalar", concluyó.