Facebook, YouTube y Twitter llegaron a un arreglo con anunciantes de peso para frenar el contenido dañino en sus plataformas. El acuerdo es una consecuencia del boicot que realizaron las grandes empresas que publicitan en redes sociales, a quienes acusan de tolerar el discurso de odio.
Reuters informó que el acuerdo se produce tres meses después de que Facebook sufriera un boicot comercial de sus principales anunciantes como consecuencia del asesinato de George Floyd, un hombre negro estadounidense, bajo custodia policial.
La muerte de este ciudadano norteamericano generó una serie de manifestaciones racistas y negacionistas en redes sociales que motivó a las grandes marcas a dejar de publicitar en ellas hasta que no pusieran límite a los discursos de odio.
Los anunciantes se han quejado durante años de que las plataformas hacen poco y nada para evitar que aparezcan anuncios de sus marcas junto a discursos de incitación al odio, noticias falsas y otros contenidos dañinos.
Según el acuerdo, anunciado el miércoles por la Federación Mundial de Anunciantes, se adoptarían definiciones comunes para evitar formas de contenido dañino como el discurso de odio y el acoso, que las plataformas deberán respetar a la hora curar sus contenidos.
A su vez las empresas de tecnología acordaron que algunas prácticas fueran revisadas por auditores externos y se le dará a los anunciantes un mayor control sobre el contenido que se muestra junto con sus marcas. El acuerdo llega a menos de seis semanas de la elección presidencial de Estados Unidos, considerada la más polarizada en su historia.
Si bien ambas partes del acuerdo se mostraron conformes con el resultado alcanzado, sectores que reclaman mayor regulación de las redes sociales son escépticos sobre el acuerdo. Los activistas reclaman mayor intervención estatal sobre estas empresas frente a los acuerdos entre privados.