El volumen de los glaciares de todo el mundo es un 20 por ciento inferior a lo que se pensaba, en relación con evaluaciones previas mal realizadas. En total, los científicos calcularon el espesor de más de 200.000 glaciares de montañosos de todo el mundo, el 98 por ciento del total, indica un estudio publicado esta semana en Nature Geoscience.
Para este relevamiento se incluyeron más de 800.000 pares de imágenes obtenidas por el satélite Sentinel de la Agencia Espacial Europea (ESA) y el Landsat de la NASA, que luego fueron analizadas por investigadores del CNRS francés, la Université Grenoble Alpes (Francia), y el Dartmouth College (EE.UU.).
La investigación sugiere que las reservas de agua glacial en las cuencas hidrográficas del Himalaya, del Indo y el Chenab son un 37% mayores de lo estimado en estudios previos, aunque se están derritiendo rápidamente, advierten los autores.
Por el contrario, el agua retenida en los glaciares andinos, de los que dependen más de cuatro millones de personas, podría ser hasta un 27% menor de lo previsto. Esto no solo tendría consecuencias sobre la población, sino que además modifica las previsiones anteriores sobre el aumento del nivel del mar.
Actualmente, se calcula que los glaciares contribuyen entre un 25% y 30% con la subida global del nivel del mar, un fenómeno que amenaza a cerca del 10% de la población mundial que vive a menos de nueve metros sobre el nivel del mar.
En una nueva estimación, el estudio rebaja de 33 a 25 centímetros la subida del nivel del mar causada por la contribución de todos los glaciares del mundo. Las únicas excepciones son las dos grandes capas de hielo de Groenlandia y la Antártida, cuya contribución potencial al aumento del nivel del mar es mucho mayor.
A pesar de estos ajustes que propone el estudio, los autores advierten que se necesitan mediciones directas sobre el terreno para saber con mayor precisión cuál es la cantidad de agua contenida en los glaciares.
Además, reclaman una reevaluación de la evolución de los glaciares del mundo en modelos numéricos, así como observaciones directas de los espesores de hielo en los andes tropicales y el Himalaya, que son importantes torres de agua, pero que siguen estando poco documentadas.