En recuerdo de Fernando Baez Sosa, familiares y amigos levantaron un altar y pusieron una placa en el lugar en el que el joven de 18 años fue asesinado a golpes por un grupo de rugbiers. Se cumple un año del brutal ataque a la salida del boliche Le Brique, en Villa Gesell.
El hecho ocurrió el 18 de enero del año pasado y por el crimen están imputados ocho rugbiers, acusados del delito de “homicidio doblemente agravado por la alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”, que contempla como pena la prisión perpetua.
Los padres de Fernando fueron recibidos el jueves por el presidente Alberto Fernández, quien “se comprometió a que se haga justicia”, según expresó la mamá.
El encuentro se produjo en la Quinta de Olivos y también participaron el legislador Leandro Santoro y el miembro del Observatorio de Víctimas del Delito y sobreviviente de la Masacre de Flores Matías Bagnato.
A poco de cumplirse el primer año del brutal asesinato, el domingo 17 de enero se realizará una colecta solidaria en honor al joven que, además de estudiar abogacía, realizaba tareas de ayuda a los más vulnerables.
La defensa de la familia espera que pronto comience el juicio oral. Los acusados son Máximo Thomsen (20), Ciro Pertossi (20), Luciano Pertossi (19), Lucas Pertossi (21), Enzo Comelli (20), Matías Benicelli (21), Blas Cinalli (19) y Ayrton Viollaz (21).