El segundo Día del Amigo en pandemia se desarrollaba con moderados festejos este martes en Rosario y en un horario más adelantado en relación a otros años, al menos en lugares públicos por el cierre de los bares a las 22. Las cámaras de Rosario3 y El Tres salieron de recorrida.
Los principales corredores gastronómicos de la ciudad mostraban mucha gente sobre todo en las veredas, varias de ellas calefaccionadas, como una de las medidas para reducir el riesgo de contagio en un ámbito donde los barbijos -y también la distancia mínima de metro y medio entre personas- quedan al margen por un rato mientras se come y toma algo.
Al igual que durante toda esta semana, “el último cliente que puede ingresar a un local gastronómico es a las 21 y tiene una hora de gracia para poder realizar todas las tareas de limpieza y que el local quede sin público luego de las 22”, explicó la secretaria de Control y Convivencia municipal, Carolina Labayru.
En la previa de la celebración de la amistad, la funcionaria pidió también “evitar un dolor de cabeza o algún proceso judicial posterior” y no reunirse en domicilios particulares, ya que no están permitido este tipo de encuentros.
Numerosos agentes controlaban por la tarde-noche el cumplimiento de los protocolos por el covid, con el aforo y la distancia entre mesas y también en las colas de espera.
También, como cada año y al margen de cualquier virus, se montaron puestos de control de tránsito vehicular con el énfasis puesto en la alcoholemia cero que rige para conducir en Rosario. Para eso también se promovió la figura del “conductor designado” en cada grupo para que no beba alcohol.