La jefa de la Policía provincial, Emilce Chimenti, advirtió este viernes a la noche a los manifestantes que sostenían un acampe en el acceso de la Unidad Regional II de Rosario: “Esto es un delito, no se puede hacer”.
Minutos después de eso, a las 21.11, volvió a salir, abrió los portones y salieron los patrulleros que estaban retenidos desde el miércoles pasado cuando se inicio la protesta.
Pasadas las 20, Chimenti salió por primera vez a la puerta de la Jefatura de Ovidio Lagos al 5.200, donde persistía el bloqueo de la central policial local, y dio un virtual ultimátum a quienes sostenían el reclamo de mejoras salariales y condiciones laborales.
La jefa dijo que ya acordaron realizar un encuentro para discutir sus reclamos el próximo martes pero así y todo la protesta no se levantó.
“Si no se van, vamos a ver cómo procedemos. Esto es un delito, no se puede hacer, vamos a accionar como con cualquier persona”, dijo y añadió en diálogo con la prensa: “No vi personal policial, puede ser algún familiar o retirado o de los gremios (no reconocidos)”.
Sobre Lagos, había unas 20 personas que bloqueaban la entrada y salida de móviles policiales. Chimenti dijo que no había más de diez móviles en el interior pero recalcó que esa medida no podía continuar. Un grupo de personas comenzó a retirarse pero otro se mantuvo, según contó la periodista Almudena Munera en Telenoche (El Tres).
Nair Moreno, una de las abogadas de los policías que participó como vocera de la protesta en jornadas anteriores, aclaró a Rosario3 que ellos no participaban de la manifestación de esta noche, ni compartían los métodos ajenos al diálogo (en relación a los cortes de tránsito por Ovidio Lagos).
Al margen de las diferencias internas de la denominada "familia azul", lo cierto es que la prolongada protesta frente a Jefatura generó una investigación por posibles delitos cometidos.
Fiscalía pidió imágenes de cámaras del 911 para evaluar la violación del artículo 263 contra quien "impidiere o estorbara a un funcionario público el cumplir con un acto propio de sus funciones", con pena de 15 días a 6 meses de prisión.
Pasadas las 21, la jefa volvió a salir a la puerta y reiteró que todas las demandas serán atendidas en la mesa de diálogo del próximo martes pero recalcó: “Tengo que liberar el portón, están cometiendo un delito y si son policías lo saben mejor que nadie”.
“Quieren seguir la manifestación, ningún problema, pero liberan la puerta. Los portones los voy a abrir igual, les pido que no se interpongan a los móviles”, dijo por tercera vez y tras otro intercambio (a un “paciente de riesgo” le reprochó su presencia en plena pandemia, por ejemplo) dio por finalizada la negociación.
A las 21.11, agentes encabezados por la propia Chimenti abrieron la puerta y retiraron las sillas dejadas sobre el acceso. Entonces sí, salieron los patrulleros a la calle: al menos diez vehículos más motos.