El mes próximo comenzarán a vencer los primeros contratos firmados bajo la llamada ley nacional de alquileres, sancionada en junio de 2020 y que fijó un mínimo de tres años para los vínculos de locación, entre otros cambios. Ante el rotundo fracaso de la norma, que trajo serios problemas para todas las partes afectadas en estas operaciones, las inmobiliarias rechazan la idea de elaborar una norma nueva y piden discutir adecuaciones puntuales.
El presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina, Alejandro Bennazar, consideró en Radio 2 que la ley vigente “es totalmente democrática pero ha perjudicado a todas las partes por igual” y pidió que los convoquen a una “mesa nacional de alquileres” con los diferentes actores involucrados en la problemática.
En el programa Punto medio, opinó que “da para una mesa nacional de alquileres” pero “no para una ley totalmente nueva porque podemos tener una incluso peor”, luego de que los primeros tres años de la actual cerraran con subas acumuladas de entre 500 y 600 por ciento y una drástica reducción de la oferta.
“Nosotros no fuimos nunca convocados a las mesas de trabajo”, lamentó en relación a la discusión legislativa que desembocó en la ley actual. Y agregó: “Veníamos advirtiendo que no tocaran la ley anterior. Antes, una propiedad en alquiler estaba entre 60 y 90 días en el mercado (hasta ocuparse) y hoy hay lista de espera de inquilinos ese mismo tiempo”.
Sobre los intentos de aportar soluciones rápidas, Bennazar pidió no entrar en un círculo burocrático sino actuar con agilidad y sentido práctico. “Ya se presentaron 38 proyectos, y están todos bárbaros, pero en alquileres son tres o cuatro parámetros (lo que hay que revisar). No hay mucho más que pensar. Esto es un fierro caliente”.
Advirtió que “analizar tantos proyectos lleva un cierto tiempo y no lograremos concretar esa mesa”, que a su juicio debería estar compuesta “con no más de diez o doce integrantes”.
En ese sentido, consideró clave incluir también en el debate “al constructor y al desarrollador” de proyectos inmobiliarios nuevos. “Tienen que estar, porque si ellos saben que no habrá compradores para uso permanentes, no van a construir ese tipo de unidad”, dijo y alertó: “La construcción ya viró al (alquiler) temporario (a través de plataformas web como Airbnb o Booking) y ahora los edificios nacen como apart hotelero. Te quiero ver de acá a un año”.
La actualidad y qué se puede hacer
La normativa que rigió los alquileres durante los últimos tres años no sólo disparó los precios muy por encima de la inflación sino que llevó la oferta de inmuebles a casi desaparecer. “Dicen que es escasa pero a nuestro entender es nula. Estamos muy mal en ese sentido”, dijo el titular de la Cámara, ya que en las principales ciudades la disponibilidad es ínfima en relación a la demanda.
Señaló que “la rentabilidad de los propietarios, al cabo de un año (con inflación de tres dígitos) desaparece”, mientras que “para el inquilino también es un impacto terrible” afrontar los incrementos impuestos. “Por eso los dos están en una situación muy compleja y por eso el mercado se está desabasteciendo”, observó.
Bennazar sugirió, sintéticamente, “intentar que se retrotraiga la ley a un término no mayor a dos años de contrato, con actualización de alquileres no mayor a tres meses”. A su entender, eso haría “que el propietario no pierda” y que el precio que paga el inquilino vaya “acompañando la actualización salarial”.