Las fotos de turistas norteamericanos vestidos como marines y con decenas de patos colgados de la cintura con el humedal santafesino de fondo indignaron y preocuparon. Y llevaron a parte de la sociedad santafesina a preguntarse si eso está permitido, quién lo regula y quién se queda con el dinero que genera una actividad que genera dólares pero puede poner en peligro el equilibro de la biodiversidad provincial.

La divulgación de las imágenes, tomadas por los propios visitantes en San Javier y subidas a sus redes personales, corrió por parte del Centro para el Estudio y Defensa de las Aves Silvestres (Ceydas), que incluso agregó información que agravó el caso: los patos que yacían colgados de los cinturones de los tiradores norteamericanos correspondían a especies prohibidas por ley, patos de collar y patos cuturí.

Según informó Gabriel Bonomi, uno de los integrantes de Ceydas en Punto Medio (Radio 2), el ilícito se cometió en el establecimiento denominado MGW Outfitters, que es uno de los prestadores turísticos de ese tipo habilitados en la provincia, y no sólo vulneró las especies protegidas sino también la cantidad cazada, porque de las especies habilitadas sólo se permiten 12 ejemplares por día por persona.

Esta normativa surge de la resolución 129/2024 en la que se establecen las condiciones de caza deportiva en la provincia, y que en relación a los patos habilita entre el 1 de mayo y el 31 de julio la matanza controlada de los sirirí común, sirirí pampa y crespón para mantener a raya su expansión numérica, nociva para zonas productivas como la arrocera en los departamentos 9 de Julio, Vera, General Obligado, San Justo, San Javier, San Cristóbal y Garay (y expresamente prohibidas en áreas naturales protegidas, el Jaaukanigas, el Delta del Paraná y el Humedal Laguna Melincué), y que entre otras características también prohíbe el uso de municiones de plomo para no contaminar el agua (sólo se puede usar acero y teflón). Claro, esto debe controlarse en territorio y los encargados de hacerlo son los guías de los establecimientos habilitados para ofrecer esos servicios de turismo. Que evidentemente, en este caso, brillaron por su ausencia.

Los turistas norteamericanos subieron las fotos a sus redes sociales.

Severidad en el castigo y más control

Alejandro Luciani, secretario de Biodiversidad del Ministerio de Ambiente provincial, dijo que "fueron imágenes muy desagradables para todos, y para nosotros también porque venimos trabajando mucho por la biodiversidad en el territorio provincial desde que asumimos” y admitió que esta vez no se activaron los mecanismos de tutela que deben garantizar obligatoriamente las empresas turísticas.

“Son ocho los prestadores turísticos de este tipo con licencia en la provincia. Uno ya tiene una sanción por toda la temporada y quedan siete habilitados hasta el momento. La reglamentación de la habilitación dice que un guía tiene que estar permanentemente junto a los visitantes para ejercer el control de caza y pesca. Y aquí eso no ocurrió porque claramente se ven especies diferentes a las habilitadas”, afirmó en Punto Medio (Radio 2).

Según el funcionario, “nosotros nos enteramos de esto el 1 de agosto, antes de que las fotos salieran a la luz por los medios, y ya iniciamos acciones administrativas y legales. Le dimos intervención a la PDI para investigar toda la secuencia en redes sociales porque no llegamos a los hechos en forma física, pero sí vimos que se violaron leyes nacionales y provinciales”.

Dichas acciones van en diversos sentidos: “Nosotros accionamos hacia las dos partes: a los ocho turistas extranjeros se los puso en un registro de infractores y no se les va a dar más el permiso de caza de por vida (N.de la R.: la licencia debe tramitarse a través de un sitio web provincial). Y con la secretaría de Turismo del ministerio de Desarrollo Productivo estamos trabajando para la inhabilitación de este operador turístico porque tienen guías con licencias que saben la reglamentación y son los responsables directos de poner límites y decir hasta dónde se caza. Por otro lado, una vez que la PDI finalice su investigación, si caben acciones penales, las haremos”, subrayó.

La caza como instrumento de equilibrio

Luciani explicó que “está habilitada la caza de estas especies porque nuestros biólogos de las universidades nos plantean que la única manera de no hacer un control químico de estas especies de patos, que se reproducen mucho y producen un daño al ecosistema, es la caza. Y en ese marco es que hay una actividad turística habilitada que atrae turismo extranjero, pero que claramente hay que controlar de manera permanente”.

“En este caso se nos escapó, pero vamos a actuar de oficio. Y cuando digo que venimos trabajando fuertemente vale recordar que hace un mes intervenimos con unos turistas franceses que estaban cazando patos de manera indiscriminada y dimos con los que produjeron el daño en el departamento General Obligado”, añadió.

En cuanto al número de 12 patos diarios por persona permitidos para la caza, surge de las evaluaciones de población de las especies que se hacen luego del 31 de julio, cuando expira el permiso para cazar en territorio provincial: “Ellos nos tienen que notificar cuántos patos se cazaron, porque nosotros a partir de agosto hacemos el conteo: y ese conteo determina qué cantidad podemos habilitar y qué no en la temporada siguiente”.

El control de parte de la provincia se ejerce hacia los operadores turísticos, que son los que deben cumplir la reglamentación y exigirles transparencia y rigurosidad a sus guías de campo, pero buscarán ajustar las clavijas: “Nosotros estamos cortos de personal, porque al asumir encontramos un ministerio debilitado, pero queremos fortalecerlo actuando en el territorio. Por eso contamos con la ayuda de fuerzas como Gendarmería o la guardia rural Los Pumas; incluso hasta de los propios vecinos que a veces denuncian que escuchan muchos tiros y nosotros acudimos a esos requerimientos. Si notan algo raro o saben de un prestador que no tiene licencia, pueden denunciarlo al 911”.

“También trabajamos en la capacitación con la Federación Santafesina de Pesca y Caza, que agrupa a los clubes de caza y pesca de la provincia. Ellos también repudiaron esta situación, porque después, por culpa de unos pocos, pagan todos”, concluyó.