Como resultado del acuerdo con Estados Unidos anunciado hace tres días, el gobierno de China canceló este domingo la subida arancelaria que tenía previsto para una serie de de bienes estadounidenses como parte de la guerra comercial que había desatado la Casa Blanca, mediados del año pasado.
"China espera, sobre la base de la igualdad y el respeto mutuo, trabajar con Estados Unidos para resolver adecuadamente las preocupaciones del otro y promover el desarrollo estable de las relaciones económicas y comerciales", aseguró el Ministerio de Finanzas chino en un comunicado que cita la agencia de noticias EFE.
El gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aún no suspendió la última tanda de aranceles que impuso a bienes chinos, a la que Beijing tenía planeado responder con reciprocidad, hasta que ambos países llegaron a un acuerdo para frenar la escalada del conflicto comercial.
Tras casi 18 meses de guerra comercial, el viceministro chino de Comercio, Wang Shouwen, anunció el viernes que los dos países habían llegado a un acuerdo de "primera fase" que aborda temas como transferencia de tecnología, propiedad intelectual, expansión del comercio y mecanismos para resolver disputas, entre otros.
En ese mismo momento, Trump anunció que no aplicará una nueva tanda de aranceles a bienes chinos que debía entrar en vigor este domingo y se mostró confiado en que Beijing duplicará las importaciones anuales de productos agrícolas estadounidenses.
Sin embargo, la suba arancelaria cancelada por China no responde a esta tanda que suspendió Estados Unidos, sino a una anterior que sigue en vigencia.
Según el Gobierno de Beijing, el acuerdo es ir eliminando las subas arancelarias que se impusieron en el último año y medio de manera gradual.
La guerra comercial entre las dos principales potencias económicas del mundo provocó un generalizado temor por las consecuencias directas que tiene sobre el resto del comercio internacional.
El Fondo Monetario Internacional advirtió que este año la expansión económica mundial caerá hasta un 3% del PBI global por esta disputa bilateral.