Una inspección programada de la secretaría de Control y Convivencia municipal y agentes policiales de la comisaría 9ª en una chatarrería que había sido clausurada en diciembre de 2023 permitió, este miércoles, el hallazo de unas dos toneladas y media de cobre y cables subterráneos robados en un galpón ubicado en calle Villa del Parque al 1300, en el barrio Nuevo Alberdi. El dueño del local, que además estaba colgado de la luz, quedó detenido.

Según testimonios brindados en De 12 a 14 (El Tres), en su fachada el galpón tenía un cartel con la leyenda “no hay lugar” para simular que era una cochera de estacionamiento pero allí, en realidad, funcionaba una chatarrería. 

Dentro del lugar los agentes encontraron unos 1.000 kilos de cobre y 1.5000 de cables subterráneos. “Por una inspección al comercio, que estaba clausurado en diciembre de 2023, se vino a controlar si estaban cumpliendo. Encontramos seis bolsones con cables y cobre”, precisó Diego Herrera, el secretario de Control y Convivencia. 

El funcionario confirmó que el dueño quedó detenido y a diposición de la Justicia, en tanto que los empleados que estaban en el galpón escaparon corriendo y dejaron sus vehículos, que fueron secuestrados. 

El local ya había sido clausurado en 2023 y cuando los agentes de Control Urbano y la Dirección de Inspección volvieron esta mañana a controlar la situación del lugar, encontraron que no sólo seguía en actividad, violando la clausura, sino con que tenía en su interior una gran cantidad de metales y cables sin poder constatar su procedencia

“Con este tipo de operativos en chatarrerías estamos pegando en uno de los lugares donde más duele a los delincuentes: el segundo eslabón de la cadena, que es el que le compra para luego vender. Vamos a continuar con este tipo de intervenciones junto al gobierno de la provincia. En la Secretaría de Control estamos siguiendo muy de cerca a este tipo de comercios, con controles permanentes y mucha investigación”, sostuvo Herrera.

Además, se constató que el comercio estaba “enganchado” de la luz y se convocó a personal de Alumbrado Público y de la EPE con el fin de que realicen sus respectivas intervenciones y puedan además reconocer si los cables secuestrados son de su propiedad.

En diciembre del año pasado, a raíz de una denuncia de vecinos que veían movimientos sospechosos en la zona, el local fue clausurado porque encontraron en su interior varias patentes de autos que tenían pedido de captura por robo.