Un terremoto de magnitud 7,8 sacudió a Turquía y Siria en la madrugada del lunes pasado y según el último reporte de las autoridades, el número de muertos superó los 11 mil. Desde entonces, las zonas afectadas reciben ayuda humanitaria de varios países y, en medio de la tragedia que mantiene en vilo al mundo, hay un rosarino que se acercó al epicentro del desastre a solidarizarse y ayudar con las tareas de rescate. “Tengo dos manos y estoy acá, vengo a hacer lo que sea necesario”, dijo.
Leonel Pérez, un profesor de español que vive en Turquía, dialogó con el equipo de Radiópolis (Radio2) este miércoles y contó en primera persona cómo se vive el minuto a minuto después de un movimiento sísmico histórico, con “el antecedente más grave en el año 1939”.
Desde el auto, en una ruta congestionada y con las sirenas de ambulancias de fondo, Leo aseguró que “nunca vivenció una catástrofe de esta dimensión” pero remarcó la conciencia social de la sociedad turca. “Pidieron que dejen de ir a a donar sangre porque los bancos de sangre están colapsados, gente de todo el país dona”, contó.
En ese mismo sentido, precisó que la fuerza de los rescatistas es gigante y que hay muchas ONG. “Es hora a hora, sacan familias enteras de bajo de los escombros. Estoy yendo ayudar en lo que haga falta. Tengo dos manos y estoy acá, vengo a hacer lo que sea necesario”, dijo.
Además, describió que si bien son fenómenos que “no se pueden evitar”, se toman medidas "y la gente está acostumbrado y entrenada para actuar cuando sucede un hecho así”. No obstante, dijo que este terremoto fue “tremendo” y que “transformó a muchas ciudades en zonas de guerra”.