Este miércoles, en los Tribunales de Santa Fe, juraron los flamantes jueces de Ejecución Penal de la Justicia provincial. Pero lo que se preveía como un acto protocolar, mutó en una ceremonia cargada de tensión y críticas hacia los funcionarios del Poder Ejecutivo que asistieron al evento. Ocurre que el acto coincidió en tiempo y lugar con una protesta de empleados judiciales que tenían en carpeta varios reclamos, entre ellos la reforma previsional promovida por el gobierno provincial. Cuando salían del edificio, el ministro de Gobierno, Fabián Bastia, su par de Seguridad, Pablo Cococcioni, y el secretario de Justicia de la provincia, Santiago Mascheroni, hablaron también de la situación de renovación de la Corte, que propone el Ejecutivo encabezado por el gobernador Maximiliano Pullaro. 

Finalmente, la Cámara de Apelaciones de Ejecución Penal y Supervisión Carcelaria tendrá sus vocales. Estos son el santafesino Mario Javier Guedes, la rosarina Valeria Haurigot y el venadense Horacio Pueyrredón. Frente al presidente de la Corte, Rafael Gutiérrez, los tres camaristas juraron en un breve acto en el primer piso de los tribunales capitalinos. Una ceremonia solemne que fue interrumpido por los ruidos de los bombos de judiciales descontentos.

A la salida de la jura, el ministro Bastia intentó poner paños fríos a la manifestación: “No podemos decir que sea hostil; es gente que se manifiesta y es importante que todos respetemos las manifestaciones de los demás si queremos que respeten la nuestra”.

Y evalúo que la ruidosa protesta se enmarca en “una coyuntura y circunstancias que son absolutamente ajenas al Poder Ejecutivo”. Y agregó: “Entendemos el lugar de los manifestantes, es parte de la realidad nuestra de todos los días”.

Luego –y en línea con los dichos del gobernador Maximiliano Pullaro– dijo que el Ejecutivo posee una mirada que tiene que ver “con ordenar y con un nuevo funcionamiento de la Justicia en su conjunto”.

Luego comenzó una fuerte crítica al tribunal supremo: “La Justicia no es una palabra vacía, es  valor fundamental, representada por un poder del Estado, pero es gobernada por la Corte”. Y amplió la crítica: “Evidentemente, quienes no han podido realizar cambios en todo su trayecto o consolidaron situaciones que no eran acordes con las demandas sociales, no están en condiciones de llevar adelante todos estos cambios. No tiene que ver con sus fallos, si no con funcionamiento eficiente”.

“Esto habla más de ellos que de nosotros. Uno ingresó porque era el primo y amigo del (exgobernador) Carlos Reutemann; otro, su  abogado personal y el otro se encargó de la ley de Lemas. ¿Se acuerdan?”, dijo en clara referencia a Gutiérrez y a los cortesanos Eduardo Spuler y Roberto Falistocco.

Los veteranos jueces, dijo Bastia, “se sienten vitalicios y creen que son perennes”.

El lunes, vale recordar, Pullaro había pedido una renovación de la Corte Suprema de la Provincia: “Lo nuestro no es maniqueo ni decimos que son todos iguales, pero entendemos que la conducción judicial hoy no está en condiciones de darle a la sociedad lo que necesita”.

En tanto, Cococcioni indicó que la creación de la Cámara “va a  implicar que Santa Fe va a poder tener coherencia en la interpretación de la ley de Ejecución Penal, en el establecimiento de reglas para el Servicio Penitenciario; en las discusiones de las normas penitenciarias; en el  régimen de reclusos de alto perfil; si se aplica o no la reincidencia; los habeas corpus”.

Para el ministro, estas cuestiones “estaban totalmente desperdigadas” y sujeta al criterio de cualquier juez. Mediante esta cámara, creamos un orden, porque va a ser el único órgano con la directiva de interpretar la ley de Ejecución Penal. Nos va a dar seguridad jurídica”, dijo.