El oficialismo en el Senado aceptó este jueves analizar cambios al proyecto de ley de teletrabajo y posponer el dictamen para el martes próximo, en una audiencia en la que el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, calificó a la nueva modalidad "como un fenómeno irreversible" y destacó la necesidad de que se la encuadre dentro de la Ley de Contrato de Trabajo.
En la misma reunión por videoconferencia, los representantes de la CGT, Héctor Daer, y de la CTA, Hugo Yasky, valoraron el consenso logrado en la Cámara de Diputados para la media sanción de la iniciativa, y pidieron no dilatar su aprobación en momentos en que el número de teletrabajadores aumentó por la pandemia de coronavirus.
Desde la oposición, senadores de Juntos por el Cambio apoyaron la regulación pero sugirieron retoques en el proyecto venido de Diputados, algo que de concretarse obligaría a devolver la iniciativa a esa cámara, y reclamaron la presencia de representantes de las pymes y de cámaras empresarias en el debate abierto hoy en el Senado.
El jefe de los senadores del Frente de Todos, José Mayans, avisó que su bancada se reunirá en las próximas horas y hará una propuesta de despacho.
"Si vemos que lo que hizo Diputados no nos conforma tenemos el derecho como cámara revisora. Vamos a sacar una conclusión y vamos a tener en cuenta los aportes que han hecho los senadores de la oposición para tratar de sacar la mejor ley", subrayó.
En el inicio de la reunión, Moroni señaló que el coronavirus "ha venido para quedarse", por lo que esa modalidad de tareas "va a estar ahí el día que termine" el aislamiento social y enfatizó que se trata de "un modo del contrato de trabajo" y "no una categoría nueva de trabajadores".
Sobre el punto de reversibilidad que consta en la normativa, una cuestión que generó discrepancias entre algunos sectores sindicales, el ministro aclaró que "parte de los principios generales del derecho, que se menciona en el Código Civil y Comercial, que es el principio del buena fe".
Moroni rechazó así cuestionamientos del sector empresario sobre la posibilidad de que el empleado decida revertir la situación de teletrabajo y retorne al lugar físico anterior por decisión propia, e insistió con que "el marco de buena fe debe ser exigido".
En ese sentido, la senadora Gladys González propuso la posibilidad de incorporar un plazo o preaviso en caso de que el empleado quiera revertir su condición de teletrabajador.
Moroni explicó que hay puntos de la regulación que deberán ser abordados en la implementación de la norma, como los aspectos de la seguridad e higiene, y cuestiones vinculadas a la forma en que se ejercerán controles sobre el trabajo en esta nueva modalidad.
En representación de la CGT, Daer declaró que la norma aprobada por Diputados posee "un consenso inédito" y opinó que se busca evitar "la precarización del sálvese quien pueda".
"Se trata de poner bases y principios que después tengan la regulación de ser articulados en los convenios colectivos de trabajo", sostuvo, y advirtió que "hay una ofensiva muy grande de quienes tienen otra mirada que hablan de promover empleo pero dicen que la articulación tiene que ser convencional por empresa y por individuo".
Al respecto, Moroni señaló que "los convenios colectivos son muy confiables y resuelven muchos problemas y adecuaciones" y abogó por que se contemplen aspectos vinculados a la superposición de tareas en el hogar para el trabajador que opta por el teletrabajo y la provisión de herramientas que debe estar a cargo del empleador.
"Hay cuestiones en las que estamos haciendo camino. El proyecto es avanzado para lo que está pasando en el mundo. Hay que ver cómo controlamos el cumplimiento de obligaciones laborales en domicilio, mediante qué mecanismos sin violar intimidad", indicó el funcionario.
Este fue uno de los puntos mencionados por la oposición a la hora de analizar las modificaciones, ya que el proyecto aprobado por Diputados propone la creación de un registro de plataformas a utilizar en los domicilios.
El senador Julio Cobos pidió también analizar la posibilidad de que los costos corran a cuenta del empleador en caso de roturas de elementos en el domicilio que le impidan al empleado desarrollar su tarea y la alternativa de una exención del impuesto a las ganancias para ese tipo de situaciones.
Por último, Yasky calificó como "un necesario y buen proyecto" a la norma avalada por los diputados y ponderó los aportes que se hicieron desde varios sectores en esa cámara, incluido el empresarial.
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