Representantes de la Cámara de Titulares de Taxis de Rosario (Catiltar) y del Sindicato Peones de Taxis llevaron este lunes un pedido al Concejo Municipal para que se realicen controles específicos que eviten la proliferación de vehículos que compiten deslealmente a partir del uso de las aplicaciones ilegales de traslados en la ciudad.
Su propuesta para solventar el gasto para el contralor es crear un fondo compensador que sea nutrido justamente por la recaudación de multas a esos servicios de traslado para afrontar el costo que conllevaría tercerizar el control con "entidades idóneas".
“Si los que persiguen a las aplicaciones ilegales son los mismos que hacen control de alcoholemia o inspecciones en los boliches, no se los va a perseguir más porque no dan abasto con tantas funciones”, precisó el referente de Catiltar José Iantosca, en una reunión celebrada en la comisión de Servicios Públicos, para explicar sobre su postura de crear un nuevo órgano de contralor o contratar a un tercero.
Otros referentes aseguraron que "los vehículos de las aplicaciones cada vez son más" y que los taxis no pueden competir cuando éstos "ponen precios hasta un 50 por ciento menos". Y agregaron: "No hay parada de taxis donde no veamos varios Uber levantando pasajeros. Las aplicaciones ilegales nos pasan por arriba y se están devolviendo chapas y vendiendo autos”.
Desde la mirada de peones y titulares, la clave es la falta de controles, por lo que solicitaron que se tercericen los mismos a “entes idóneos” para permitir detectarlos. “El fondo saldría de las propias multas que se cobran hoy. Que se cree un organismo con ese fin”, propuso Iantosca.