Jorge Lanata murió este lunes, a sus 64 años, en el Hospital Italiano de Buenos Aires y tras casi 200 días de luchar por superar una severa condición de salud que le dejó escasos períodos de recuperación desde que su estado se agravó el 14 de junio de este año, cuando fue internado inicialmente en dicho sanatorio a causa de una descompensación y un leve infarto que sufrió mientras ingresaba para realizarse estudios clínicos programados.

Apenas dos meses antes, en abril, había sido hospitalizado en la Fundación Favaloro debido a una insuficiencia respiratoria. Y cuando tuvo que permanecer en terapia intensiva en el Italiano, Lanata se enfrentó a diversas complicaciones que incluyeron infecciones, intervenciones quirúrgicas y una trombosis venosa profunda en uno de sus brazos.

Desde junio fue sometido a cinco cirugías, cuatro de las cuales ocurrieron en un lapso de apenas siete días, y durante estos meses nunca pudo prescindir de la asistencia respiratoria mecánica nocturna, mientras que durante el día respiraba espontáneamente.

Tras casi tres meses bajo cuidados intensivos en el mencionado sanatorio, el periodista había sido derivado a la Clínica Santa Catalina el 9 de septiembre para continuar el tratamiento de rehabilitación neurológica. Sin embargo, el 18 de ese mismo mes, una neumonía obligó su reingreso al Italiano, donde fue estabilizado gracias a medidas diagnósticas y tratamientos antibióticos, según detallaron los doctores Susana Bauque y Sergio Giannasi en un parte médico.

La salud de Jorge Lanata estuvo atravesada por la diabetes tipo 2, la obesidad y el tabaquismo.

En una intervención de urgencia que le practicaron el 9 de octubre, por una isquemia intestinal, le extrajeron 70 centímetros del órgano. Fue recién el miércoles 16 de octubre que los profesionales del centro médico pudieron volver a unir su intestino.

A partir de entonces, sucesivos intentos de su entorno familiar por trasladarlo nuevamente a la clínica de rehabilitación se vieron frustrados por los altibajos en la salud del fundador del diario Página/12.

Los problemas de salud de Jorge Lanata

El periodista atravesó durante décadas diferentes problemas de salud que se fueron agravando con el correr de los años, todo ello atravesado por la diabetes tipo 2, la obesidad y el tabaquismo que lo acompañó a lo largo de gran parte de su vida.

En 2015, conductor de Periodismo Para Todos (El Trece) recibió un trasplante de riñón con un método novedoso en el continente –el primer trasplante renal cruzado de América Latina, concretado en la Fundación Favaloro– que fue necesario por sus problemas de insuficiencia renal y las diálisis que requería su organismo.

Como contaron desde el centro de salud en esa ocasión, "el procedimiento consistió en un intercambio de donantes, lo que en el mundo se conoce como swap". "Esto es, si un donante y un receptor son incompatibles (anticuerpos de histocompatibilidad o grupos sanguíneos diferentes), pueden intercambiar sus riñones con otra pareja donante-receptor en una situación similar a la suya", señalaron.

En aquel entonces, el periodista recibió el órgano de Nora Hernández, la madre de un joven que recibió el riñón de Sara Stewart Brown, por entonces pareja de Lanata y madre de su hija Lola, quien no había podido realizar la operación con él por su incompatibilidad clínica.

Jorge Lanata recibió un novedoso trasplante de riñón en 2015.

El trasplante exitoso no representó el fin de sus problemas de salud. En 2019 sufrió una gastroenteritis que lo llevó a hospitalizarse, y ese mismo año también se contagió de gripe A.

Además, una caída en la puerta de Radio Mitre afectó su columna y lo obligó a poner en pausa su trabajo, así como a viajar a los Estados Unidos para someterse a una cifoplastía que le permitiera sobrellevar mejor sus dolores.

El también conductor de Lanata Sin Filtro (Radio Mitre) fue diagnosticado con arritmia y trombosis en marzo de 2021, por lo que debió someterse a una angioplastia en la que le colocaron un stent en la pierna.

El último parte médico emitido por el Hospital Italiano a principios de diciembre señaló que Lanata seguía internado en la Unidad de Terapia Intensiva, en estado de vigilia, afebril, con ventilación mecánica nocturna y respiración espontánea durante el día. Los médicos Giannasi y Bauque informaron que estaba hemodinámicamente estable y no requería drogas vasoactivas.

Lanata batalló sin tregua durante sus últimos meses de vida para recuperar su salud, habiendo pasado pocos momentos de aparente mejora o estabilidad, a los que siempre siguieron complicaciones que, este 30 de diciembre, terminaron con la vida del periodista que llevó a cabo proyectos en gráfica, editoriales, televisión, largometrajes, radio y hasta teatro durante más de cuatro décadas.