El asteroide interestelar Oumuamua se podría haber originado de una nube molecular, afirmó un equipo de astrónomos de la Universidad de Yale en un artículo aceptado para su publicación en la revista Astrophysical Journal y accesible en el repositorio arXiv.

Para determinar la edad del objeto, los científicos compararon su trayectoria con las órbitas de 50.899 estrellas del tipo F, vecinas al Sol. Con base en estos datos, estimaron que tiene alrededor de 35 millones de años.

En cuanto a la localización de las nubes moleculares más apropiadas, los autores del estudio señalan que "es más probable" que se originara en el grupo en movimiento de Carina o en la asociación estelar de Columba.

Aunque los cálculos son "aproximados", permiten suponer el origen del objeto, opinan los investigadores. En particular, señalan que la edad del asteroide "es comparable a la vida útil de una nube molecular", un enorme conjunto de moléculas en estado gaseoso cuya masa puede superar la del Sol miles de veces. Al respecto, indican que la gran densidad estimada del asteroide "se comprende mejor si el origen de Oumuamua puede atribuirse a un proceso de formación que es endémico de un núcleo de nube molecular y que no involucra discos protoestelares".

¿Hidrógeno o nitrógeno?

Al indicar tal probabilidad, los astrónomos defienden la idea debatida de que el objeto consiste de hielo de hidrógeno. Como una alternativa, señalan que puede estar formado de hielo de nitrógeno "producido por impactos contra objetos cubiertos de nitrógeno y parecidos a Plutón en sistemas exoplanetarios".

"Esta hipótesis satisface las restricciones dinámicas y fotométricas, pero requiere una tasa muy alta de tales colisiones", explican los autores. Como fuere, el origen del asteroide todavía es incierto. "Es muy probable que la resolución del misterio requiera la observación de otros objetos similares a Oumuamua", indican los científicos.

La naturaleza de Oumuamua está rodeada de misterios desde que fue descubierto por los astrónomos de la Universidad de Hawái en 2017. Incluso, debido a su rara forma y a su comportamiento inusual, llevó a algunos científicos a preguntarse si se trataba de una sonda alienígena.

Oumuamua viajó por el espacio durante millones de años antes de ingresar al sistema solar. Ahora ha pasado más allá de la órbita de Saturno y, según las estimaciones, viajará otros 10.000 años antes de salir del sistema, según publicó RT.