Médicos y trabajadores de la salud, tanto del ámbito público como privado, se concentraban este lunes, entre las 9 y las 10 frente al hospital Roque Sáenz Peña para repudiar la agresión efectuada contra dos médicas el jueves pasado y exigir condiciones de seguridad para trabajar. Desde el Sindicato de Médicos de la República Argentina (Amra) confiaron que trabajan con “miedo” y advirtieron que no pueden tomar debidamente la gran demanda de atención de pacientes.
En contacto con Radiópolis (Radio 2), Sandra Maiorana, al frente de Amra Rosario, confirmó la atención normal a pacientes a pesar de la realización de una concentración por parte de todos los profesionales de la salud en particular y de los equipos de salud en general, tanto del ámbito municipal como provincial, como así también de los colegas del sector privado e instituciones médicas. A su vez de 9 a 10, en todos los efectores públicos provinciales, municipales y comunales se realizaba una asamblea por parte de los profesionales en solidaridad con las colegas agredidas.
“La idea de la concentración, además de repudiar lo acontecido, es exigir a las autoridades, tanto provinciales como municipales, que brinden todos los recursos (humanos, económicos, etc) disponibles para que los hospitales, samcos y centros de Salud tengan sistemas de seguridad acorde a los tiempos exacerbados que estamos atravesando”, explicó.
“No es la primera vez que tenemos que guardar a un médico para protegerlo, y este tipo de agresión también la sufren camilleros y enfermeros. La respuesta institucional la vamos a tener –señaló y confirmó reuniones con el intendente Pablo Javkin y el secretario de Salud Lenardo Caruana–, no vamos a negociar con la seguridad de la gente”, advirtió.
Mairoana consideró que además de la violencia de parte de los pacientes, los trabajadores de la salud deben lidiar con “un aumento del 20 por ciento de la demanda siendo la misma cantidad de persona, sin que se cubran vacaciones”. En ese sentido, se refirió a las personas que se atienden: “Tienen que entender esto, saber que somos personas iguales que ellos, que no llegamos a fin de mes, que tenemos problemas familiares y también de salud. Les pedimos que nos cuiden como cuidamos de ellos”, manifestó.
“Estamos hartos y sentimos miedo y así no tenemos la lucidez para trabajar, la gente tiene que entender que nos paso lo mismo que a ellos y deben distinguir lo grave de lo que puede esperar”, indicó en relación a las reacciones de algunos pacientes que aseguran que deben aguardar por muchas horas para ser atendidos. “El noventa y pico de los casos de la guardia no son emergencias y pueden esperar, nadie dice que sea 10 horas pero no se da abasto, la gente que llega está por encima de la capacidad física”, observó.