Los elefantes albinos se consideran como una señal de buenos augurios en las culturas budistas del sudeste asiático. Y ahora se conoció que hace apenas unos diez días, nació uno en el estado de Rakáin. El suceso es inusual y sólo existen seis ejemplares en todo el mundo

El medio local Global New Light of Myanmar precisó que el animal nació el 23 de julio y que cumple con siete de las ocho características asociadas a los elefantes albinos. Entre ellas, ojos de color perla, pelaje blanco y una cola muy particular.

Cuando nació, pesaba 80 kilos y medía unos 70 centímetros de altura. Todavía no tiene nombre pero los creyentes de la tradición están muy entusiasmados. Su madre, de 33 años y llamada Zar Nan Hla, pertenece a una empresa pública de madera.

La buena prensa de los elefantes albinos se remonta 5 mil años atrás en la antigua Siam, ahora Tailandia. Según cuenta la leyenda, una princesa llamada Maya soñó que un elefante blanco de seis colmillos entraba en su cuerpo y engendraba al mismísimo Buda. Los elefantes blancos son, además símbolo de la realeza tailandesa porque representa la prosperidad del país