El aumento de la demanda de asistencia alimentaria en los comedores de Rosario y la escasez de recursos, reconocida tanto por el municipio como por organizaciones sociales, generó también una fuerte suba en la cantidad de gente que se volcó a pedir comida en las parroquias de la ciudad. “Se incrementó del 30 al 40 por ciento”, dijo este martes Aída Traversa, directora de Cáritas.
“Hay más gente que necesita ayuda, nosotros no podemos responder porque estamos gestionando cómo seguimos ante esta realidad y ante una inflación que hace que los productos básicos para los niños y las familias no estén”, explicó en diálogo con el programa De boca en boca (Radio 2).
Traversa refirió que “hasta diciembre” pudieron dar respuesta a la demanda, pero que el inicio de 2024 “está incierto” y eso volcó a la gente a pedir ayuda también en las iglesias, además de los comedores.
“La gente necesita la leche, el azúcar, lo básico para alimentarse. Van personas adultas mayores, gente que alquila y no llega a fin de mes. Tenemos alrededor de 20 mil beneficiarios. Lo que recibimos de Nación es una cantidad limitada de alimentos, es escaso”, postuló la directora de Cáritas Rosario sobre la situación que ocurre en las 125 parriquias de la red.
El incremento de la demanda alimentaria se produce en medio de la decisión del Estado nacional de no enviar alimentos a los comedores porque está en guerra con los intermediarios. A su vez, Municipalidad y Provincia dicen que reforzaron las partidas, pero la inflación y el brote de desempleo hace que sean insuficientes.
Esta semana hubo “filas del hambre” frente al Ministerio de Capital Humano, tanto en Buenos Aires como en Rosario y otras ciudades, y críticas de la Iglesia católica al Gobierno Nacional por usar “la comida como variable de ajuste”.