Personas que asisten a los encuentros presididos por Leda Bergonzi se congregaron este viernes a la mañana para solicitar un espacio físico en el que puedan realizarse las bendiciones, luego de que el martes pasado se celebrara la última reunión en la ex Rural de Rosario. La convocatoria fue a las 10.45 en bulevar Oroño y 27 de Febrero.

“Hemos conformado este grupo a fin de llamar la atención de quienes tienen la posibilidad de proporcionarnos un lugar físico para los encuentros con Leda. La idea es solicitar a quien corresponda , un lugar físico en Rosario, en el que podamos celebrar una misa católica, presidida por un sacerdote católico, y contar con la presencia de Leda”, explicaron los organizadores del encuentro en un comunicado que fueron pasando de celular en celular.

“No somos fanáticos ni sectarios, somos simples fieles cuya fe es alimentada por Leda. Queremos y solicitamos un lugar físico en donde celebrar misa, queremos desarrollar y demostrar nuestra fe en la iglesia Católica, con la presencia de Leda”,  indicaron.

En contacto con Radio 2 y Rosario3, advirtieron que se trata de una iniciativa de los seguidores de Leda y no del grupo Soplo de Dios Viviente. “El martes pasado nos sentimos como barco a la deriva con nuestra fe, como rebaño de ovejas sin pastor”, remarcaron con relación a la falta de un templo o un inmueble que los cobije.

La convocatoria de este viernes.

Cabe señalar que este año, las reuniones encabezadas por Leda Bergonzi se realizaron una vez al mes en el predio del parque Independencia mientras que el grupo se presentaba en otras localidades del país y del extranjero y Leda consolidaba su carrera como cantante religiosa. Sin embargo, de acuerdo a lo que confirmaron fuentes municipales, se había acordado que la disponibilidad concluía este 6 de agosto debido a que existen otras actividades organizadas en el lugar.

A pesar de que está prevista para la semana que viene una reunión entre el grupo espiritual y autoridades municipales y eclesiásticas, a fin de considerar alternativas, quienes asisten a las bendiciones de la mujer decidieron manifestar su deseo de continuar con estas prácticas. Según adelantaron, la “movida” no solo apunta a exhibir que se quedaron sin un techo debajo del cual celebrar los encuentros sino que, además, juntarán firmas para respaldar un petitorio.

“Sentimos que el clero nos expulsa, ¿qué pretende? ¿empujarnos a buscar y explorar un templo evangelista?”, cuestionaron, con la mira puesta en que la iglesia Católica tome cartas en el asunto.

Seguidores de Leda en el Metropolitano (Alan Monzón)

Nómades

El grupo Soplo de Dios Viviente ha desarrollado sus reuniones – durante las cuales Leda Bergonzi despliega una oración cantada y brinda sus convocantes y también polémicas bendiciones, que han despertado un verdadero fenómeno religioso que ha traspasado los límites de Rosario–en diferentes templos de la ciudad. En junio de 2023 fueron retirados de la catedral local, lo cual generó resistencia de parte de los seguidores.

El arzobispado rosarino intervino y les dieron la bienvenida en las parroquias de Sagrado Corazón y luego, en la Inmaculada Concepción, siendo este último templo rebasado de gente, al punto que debieron cortar el tránsito de las inmediaciones. Fue entonces, que el intendente Pablo Javkin intervino y ofreció la ex Rural a fin de contar con un espacio que pueda incluir a todos los participantes que a esa altura ya llegaban a la ciudad desde distintos puntos del país y de países extranjeros.

El último martes en la ex Rural (Alan Monzón)

Hacia fin de año, Leda se mudó al Salón Metropolitano,  espacio que congregó a los fieles por algunos meses hasta abril pasado, el marco de algunos inconvenientes ligados a la producción. Fue entonces que miembros del grupo espiritual y seguidores se apostaron en la ex Rural para visibilizar que se habían quedado sin un espacio y que deseaban regresar al predio del parque. Y así fue, volvieron con una modalidad diferente: se dispuso un cupo de participantes y se estableció un horario de corte, a fin de garantizar la seguridad de los presentes.

Ahora, por tercera vez en un año, el movimiento espiritual que convoca a miles de personas vuelve a quedarse en la calle.