La avioneta que impactó contra la empresa Air Liquide, ubicada en zona oeste de Rosario y que ocasionó la muerte del piloto, presunto ex empleado del lugar, pudo haberse convertido en una tragedia inconmensurable debido a la presencia de material inflamable. Debido a que la nave chocó contra una columna de hormigón, impidió que tuviese contacto con esos fluidos.

En diálogo con De 12 a 14 (El Tres), el director de Protección Civil de la provincia, Marcos Escajadillo, señaló: “Lo que evitó una tragedia fue que había una columna que impidió que una aeronave impacte sobre los depósitos que contiene los tubos de oxígeno que hay a muy poca distancia”.

El funcionario lamentó, sin embargo, la única pérdida: la muerte del piloto que conducía el avión, una persona joven, de alrededor de 30 años. Todas las fuentes consultadas coincidían en que se trataba de un ex empleado de la firma, que había sido despedido semanas atrás. De todas maneras, era información que estaba investigando la fiscal Daniela Oliva, a cargo del caso.

Se pudo establecer que el piloto despegó con su aeronave desde la pista de la localidad de Alvear, que es propiedad del Aeroclub de Rosario. Tenía permiso para despegar, pero no para volar por la zona urbana en la que finalmente se estrelló y falleció.

El avión es un Cessna 152 de propósito general, de ala alta y tren de aterrizaje fijo en triciclo, utilizado principalmente para entrenamiento, turismo y aviación privada.