El Centro de Planetas Menores de la Unión Astronómica Internacional anunció el descubrimiento de 20 nuevas lunas del planeta Saturno, con lo que supera a Júpiter por tres y anticipó que se convocará a un concurso por Internet para elegir los nombres, los que deberán remitir a la mitología nórdica, gálica o de la Inuit de los esquimales.
Con este descubrimiento, de un grupo de investigadores guiados por Scott Sheppard, de la Carnegie Institution for Science, de Washington, Saturno alcanza las 82 lunas y supera a Júpiter, que tiene 79.
"Las nuevas lunas de Saturno son todas irregulares porque se mueven sobre órbitas no estables: esto nos dice que muchas probablemente fueron capturadas por la gravedad del planeta, como el ya conocido satélite Phoebe, que es probablemente uno de aquellos cuerpos primitivos que se formaron más allá de la órbita Saturno", declaró a la agencia Ansa Fabrizio Capaccioni, director del Instituto de Astrofísica y Planetología Espacial (IAPS), del Instituto Nacional de Astrofísica (INAF).
Ahora el público elegirá el nombre de los nuevos satélites naturales de Saturno, gracias a un concurso por Internet y deberán ser seleccionados entre aquellos ligados a la mitología nórdica, gálica o Inuit.
Las nuevas lunas tienen el diámetro cercano a los cinco kilómetros; 17 orbitan en sentido opuesto respecto de la rotación del planeta sobre éstas, es decir tienen una órbita retrógrada, y una es la luna más lejana, nunca antes vista alrededor de Saturno.
Las tres restantes orbitan en la misma dirección de Saturno.
El descubrimiento fue posible gracias al telescopio Subaru que forma parte del Observatorio de Mauna Kea en Hawaii, con el cual "estamos completando el inventario de las pequeñas lunas alrededor de los planetas gigantes", dijo Sheppard.
Estas lunas "tienen un rol crucial al ayudarnos a determinar cómo se formaron y si están evolucionando los planetas del Sistema Solar y nos ayudan a entender los orígenes de sus satélites naturales", agregó.
Analizando la órbita de las nuevas lunas de Saturno, fue descubierto, por ejemplo, que algunas son parte de un grupo de lunas externas llamadas Inuit, que podrían ser los fragmentos de una luna más grande que fue destrozada por una colisión.
"Este tipo de reagrupamiento de lunas externas indican que se verificaron violentas colisiones entre las lunas de Saturno o entre las lunas y objetos llegados del exterior, como asteroides o cometas", reveló Sheppard.
Capaccioni, en tanto, destacó que es "muy fascinante porque nos muestra en escala reducida la fase primordial del Sistema Solar cuando grandes cantidades de materiales se mueven sobre órbitas que se cruzan y se chocan, y nos muestra, además, el mecanismo con el que se formaron los planetas".
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