El juez federal de la ciudad de Santa Fe, Reinaldo Rodríguez, presentó este lunes la renuncia a su cargo, en medio de un ambiente marcado por las denuncias de maltrato, abuso de autoridad y violencia de género a varios empleados judiciales de la dependencia a su cargo, radicada en septiembre pasado por la Unión de Empleados Judiciales de la Nación. 

Ante el Consejo de la Magistratura, los trabajadores denunciaron al juez federal con competencia electoral a cargo del Juzgado Federal N°1 de Santa Fe por amenazas, abuso de autoridad, violencia de género y maltrato laboral, del que resultaran víctimas varios empleados de la dependencia a su cargo en la capital provincial. 

Según informaron fuentes del ámbito judicial, Rodríguez presentó su renuncia ante el Ministerio de Justicia de la Nación, y se espera que su salida se haga efectiva el 1 de diciembre, según precisó el diario UNO de Santa Fe.

El corrimiento del magistrado se da poco más de un mes después de la denunciada de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación en su contra. La acusación refirió que “las actitudes y comportamientos perpetrados por Rodríguez se encuentran directamente vinculados con el abuso de autoridad y el maltrato cotidiano y resultan configurativos de violencia y acoso por razón de género conforme la definición del Convenio 190 de la OIT, ratificado mediante Ley 27.580 y a la fecha vigente”.

Es por eso que solicitaron la suspensión preventiva del denunciado. “Sin duda, la gravedad de todo lo hasta ahora planteado amerita la intervención directa e inmediata por parte del Consejo de la Magistratura de la Nación disponiendo la suspensión preventiva del Sr. Rodríguez hasta tanto se resuelva el presente sumario”, sostuvieron en la presentación.

Rodríguez es juez federal de Santa Fe desde el año 2000, cuando accedió por concurso a ese cargo. La Unión de Empleados Judiciales de la Nación realizó un pormenorizado relato de malos tratos y acoso del magistrado hacia personas que trabajan en su juzgado. “Las faltas imputadas no han sido hechos aislados, sino que son un obrar sistemático y repetido a lo largo de muchos años”, indicaron.

“Su comportamiento era absolutamente tiránico y a la vista de toda la dependencia haciendo alarde de su poder e impunidad”, advirtieron en la denuncia en el marco de los diversos casos expuestos de violencia, hostigamiento y acoso sexual. “Muchos agentes han debido solicitar asistencia psicológica y/o psiquiátrica, la violencia laboral, la asimetría de poder, la vulnerabilidad en la que se encuentran los dependientes, y la manipulación de la que son objeto, los mantiene paralizados y sin capacidad de acción”, remarcaron.