Un joven de 16 años oriundo de Carcarañá está internado en observación en un sanatorio privado de Rosario. La madre del paciente contó que este fin de semana su hijo fue víctima de una salvaje golpiza por parte de un grupo de jóvenes de Correa, que lo atacaron en patota por ser de otra ciudad.
El chico, junto a un grupo de amigos de Carcarañá, decidió ir a un boliche de la vecina localidad. Cuando la noche parecía terminada y estaban esperando a la madre de uno de los jóvenes que los estaba yendo a buscar, de un salón de fiesta salió una patota de adolescentes que comenzaron a golpearlos.
“Sin razón y solamente porque era de otra localidad, lo golpearon entre 10 y 15 chicos. No solamente a él sino que también a otro compañero”, contó en De 12 a 14 (El Tres), la madre del joven.
�� Correa: brutal agresión en una pelea callejera.
— De12a14 (@De12a14) November 21, 2023
�� Ocurrió ayer por la madrugada. Salieron de un cumpleaños de 15 y todo terminó en pelea. El joven agredido tiene 16 años y está internado en un sanatorio de la ciudad de Rosario. pic.twitter.com/CGdl0WX5up
Según le contó su hijo, la agresión fue inesperada ya que no conocía a ninguna de las personas que lo golpearon y tampoco se habían cruzado durante la noche. “Mi hijo y sus amigos fueron a un boliche y estos chicos estaban en un cumpleaños de 15”, aseveró.
El ataque quedó filmado por otras personas que estaban en la zona y vieron todo lo ocurrido. “En un momento mi hijo y sus amigos lograron huir y empezaron a correr hacia el lado de la ruta. Ahí se les acercó una persona de unos 35 años que les preguntó de dónde eran y cuando les dijeron Carcarañá, intentó golpearlos él también”, reveló la mujer.
“Agradezco a Dios que está vivo porque, viendo las patadas que le dieron, podría no haberla contado. Quedó muy asustado, tiene 16 años, quiere divertirse, salir con sus amigos y ahora con todo esto no va a poder salir más. Porque a dónde lo encuentren le van a pegar y yo tengo miedo”, remarcó en medio de lágrimas.
“No pensaron que lo podrían haber matado, mi hijo podría haber sido otro Fernando (Báez Sosa)”, indicó.
Consultada sobre si había podido contactar a familiares de alguno de los agresores, la mujer contó que sí, pero que la respuesta fueron amenazas para que no trascienda lo ocurrido. “En lugar de pedirnos perdón, nos amenazaban y nos decían que eso no iba a quedar así”, denunció.