Frente a un semicírculo de fotógrafos, el corte de cintas se realizó a las 9.25 junto al portón de ingreso del nuevo memorial, donde el gobernador Pullaro tiró del moño junto a las y los familiares de las víctimas. Cuando se anunciaba el ingreso al hall central para la continuación de la ceremonia, un gesto se dejó traslucir: Alicia Vidal, mamá del fallecido Maxi Fornarese, dio un beso al pedazo de cinta de la Bandera Argentina que quedó en su mano.

“Besé la Bandera porque después de la muerte de Maxi escribí una carta pidiendo que se hiciera una plaza en su memoria, y siento que se cumplió la tarea”, compartió con Rosario3 mientras asomaba de sus ojos un hilo de lágrimas y se aprestaba a sentarse en la primera fila de la ceremonia frente al espejo de agua.

La propia Alicia fue quien luego recibió, en representación de todos los familiares de las 22 víctimas, la entrega de una caja con la bandera que reza la palabra “gracias” en aerosol rojo, la misma que colgaron los bomberos zapadores y voluntarios al terminar su búsqueda de las víctimas tras varias semanas posteriores al estallido del edificio, en el corazón de la cuadra de Salta entre Oroño y Balcarce. Esta será parte de la colección de objetos que se exhibirán en el futuro museo de la asociación civil Salta 2141. Memoria y Justicia.

A las 9.38, hora en que ocurrió la fuga de gas que provocó el posterior estallido del edificio, el hall abarrotado de personas se sumió en el silencio respetuoso, en memoria de las 22 personas que allí mismo once años atrás perdieron sus vidas. El primer acto que se realiza dentro del predio, donde sonaron los primeros acordes de un futuro promisorio del Instituto Provincial del Profesorado de Música N° 5932 “Carlos Guastavino”.

Rescatistas entregaron a familiares la bandera que flameaba tras el operativo en agosto de 2013.

En el acto fue enfático el aplauso a los bomberos y también a los perros rescatistas. Se recordó el trabajo incansable de la fiscal de la causa durante tantos años, Graciela Arguelles, quien se encontraba en turno cuando ocurrió, y acompañó a los familiares desde entonces. Fue ella quien habló de una cadena de negligencias, teoría que en la sentencia perdió fuerza, quedando de los 11 imputados con la única condena al gasista Carlos García.

El acto comenzó con las palabras de los familiares de los fallecidos, “luchando por su memoria, la verdad y por que, al menos se conozca la injusticia”. Con entereza, Nora Giraudo, madre de Maximiliano Vesco, nombró a cada una de las personas fallecidas, y por último a su hijo, pidiendo “memoria y justicia para ellos”. Fue el momento más sentido, donde varios de los familiares se apretaban fuerte en abrazos.

Las primeras melodías que sonaron en este espacio fueron a través de la canción El poder de los sueños, interpretada por Cecilia Petrocelli junto a Lila y Carlos Pasqualis. “Este memorial será un faro de luz y también de pedido de Justicia, y nada quedará escondido bajo los escombros. Hoy estamos para recordar las 22 vidas, en este lugar que le devolverá a la comunidad el valor de la solidaridad que tenemos los rosarinos”, fueron las primeras palabras desde la asociación civil.

Eleonora es hermana de Carlos López, y una de las referentes que activó en reclamo de avances en la Justicia a lo largo de los años, y en torno a la causa fustigó: “Parece mentira que Litoral Gas sigue prestando su servicio como si nada hubiera pasado, gracias a la impunidad que le dio el poder judicial y a la complicidad del poder político”.

Los familiares de las víctimas entregaron al gobernador una copia del informe de la Auditoría General de la Nación (Alan Monzón/Rosario3)

En reclamo de que participe un funcionario santafesino en el directorio del Ente Regulador del Gas, le entregaron al gobernador Pullaro el informe de la Auditoría General de la Nación, que “deja plasmada la seria responsabilidad de Litoral Gas y de Enargas, que fueron encubridores y responsables de la falta de controles, antes, durante y después de la explosión”. Y le reclamaron avances de la segunda etapa para finalizar la escuela de música Guastavino.

Nisoria destacó por su parte la tarea de expropiación que realizó el ex gobernador Miguel Lifschitz para realizar el Memorial, y recordó cuando el proyecto de expropiación se encontraba cajoneado y el diputado Carlos Del Frade lo reflotó. Agradeció a la constructora privada a cargo de la obra, y a la Dirección Provincial de Arquitectura e Ingeniería (Dipai).

Un quinteto compuesto por Julián Venegas (voz), Alejandro Bluhn (guitarra), Cecilia Pinazo (voz) Gabriel Giménez (vientos) y Leandro Casas (percusión), interpretó la canción compuesta para el film “22 Libros Abiertos” de Héctor Molina. Y luego un grupo de alumnos del profesorado, a cargo del docente Juan Gabriel Giménez, interpretó con 14 aerófonos andinos (sikuris) “de las cenizas brotarán jacarandás con su enseñanza, des-silenciar esta verdad, el memorial de la esperanza”.

Un umbral entre el exterior caótico y el interior sagrado para lo colectivo

Con su traje como familiar de las víctimas y con el otro como inspectora de la obra, la arquitecta Agostina Montefusco tuvo la dantesca tarea de controlar todos los pasos de esta primera etapa de construcción del memorial, y corrió por su cuenta el diseño la puerta de ingreso de aluminio con círculos agujereados que se pliega hacia la derecha, donde reza una frase de “La memoria” de León Gieco.

Como Agostina, su diseño se encuentra entre dos realidades, aunque en este caso oficia cual cinta de Moebius, de influencias infinitas entre el adentro y el afuera. En su discurso, explicó que este diseño representa “el umbral entre lo exterior caótico y lo interior sagrado”. Para la joven aquel 6 de agosto en que murió su padre, Hugo, “este simbolismo perdió el orden de sus componentes”, y este Memorial “vuelve a equilibrar y revaloriza el significado del adentro y el afuera”.

La canción de Gieco quedó plasmada junto al portón de ingreso, obra de la arquitecta y familiar. (Alan Monzón/Rosario3)

A través de este diseño, Agostina restablece el umbral “e intenta conectar visualmente a través de su transparencia y permeabilidad con el recurso de las perforaciones, generando así un diálogo e intercambio entre situaciones de la cotidianeidad, que se disipa gradualmente hacia arriba”.

La joven finalizó su discurso asegurando que “la arquitectura transforma lo intangible en material necesario para la construcción de la memoria colectiva”.

El “ejemplo de familiares como un relámpago” y los “jueces escondidos”

Entre las palabras de los funcionarios, el subsecretario de Educación Artística de la provincia Martin Illia destacó que “el colectivo de los familiares son el ejemplo prístino de lo que se busca hacer con toda política pública”, y llamó a “recuperar la trama afectiva que fueron urdiendo en su marcha”.

Fue entonces que hizo propias las palabras del poeta Mario Trejo que “entre vida, tiempo y conciencia, es necesario que ocurran algunos relámpagos”. Y agradeció a los familiares “por ser ese relámpago con los brazos en alto”, y luego leyó las palabras del director de la Guastavino, Lisandro Laura, sobre “todo lo que un jacarandá puede contarnos, cuidar y abrazar el Memorial y que tenemos desde el Guastavino el honor de presenciar. Eso es la educación y la memoria de los pueblos. Este memorial es la raíz de un futuro que se construye ahora”.

La presidenta del Concejo María Eugenia Schmuck calificó aquel hecho como “la tragedia evitable más dolorosa de la ciudad”, y estableció que luego de finalizar la segunda etapa de la obra del Guastavino, “en muy poco tiempo este silencio va a ser música”, y recordó que este 6 de agosto, como cada año, se realiza el acto de conmemoración, pero es “el primero que se hace dentro del predio”, destacando la decisión política y el trabajo de primera etapa del memorial concluida.

La ministra de Cultura recordó que “es difícil volver a ese dolor, a recordar ese día en que nos enterábamos en los medios del hecho que fue una puntada lacerante en el corazón”, y abrazó este nuevo memorial del que estará a cargo su gestión de ahora en más, sobre el cual espera “sea un hito de aprendizaje para todo el país”.

El ministro de Obras Públicas Lisandro Enrico adelantó que “esta inauguración de la primera etapa es para recordar lo ocurrido y la identidad de las víctimas. Y en la segunda etapa se va a terminar seis plantas de hormigón con cerramiento, instalaciones, servicios y mobiliario, para finalizar la sede del Guastavino”. Aclaró que “si bien es una obra pública de la Provincia, esta no es una obra más. Es una obra muy sentida, por la que pasaron obreros, arquitectos e ingenieros que trabajaron sobre esto doloroso”. Cabe destacar que la muestra de objetos en el espacio exhibe algunas pertenencias de los vecinos de calle Salta encontradas por ellos durante la obra.

Además de los nombres de las víctimas, en el hall central reza la historia de lo ocurrido el 6 de agosto de 2013 y la causa judicial. (Alan Monzón/Rosario3)

Enrico recordó que “de pocas tragedias en ciudades del mundo se realizan memoriales de calidad como los santafesinos sienten”, y describió: “El hall central cuenta con los 22 nombres de las víctimas en un lucernario con conexión infinita al cielo y el espejo de agua con su media estrella de once puntas que al reflejar en el agua forma las 22 puntas en homenaje a las víctimas”.

Fue el intendente Pablo Javkin quien tuvo el tino de recordar la tarea de la fallecida fiscal Arguelles. Aseguró que “desde entonces esta ciudad nunca será la misma”, y compartió de la Biblia el mandato “justicia perseguirás”. Y luego fue crítico con la resolución judicial de “los que probablemente escondidos en un anonimato que no es tal, con sus fallos no repararon ni hicieron justicia en esta causa”.

El ex gobernador Omar Perotti no tenía intenciones de ser parte, pero luego destacó “la lección de valores que nos dieron los familiares todos estos años a los santafesinos”, que “la sociedad crece cuando son más las cosas que unen que las que separan, y ustedes han trabajado para conseguir eso desde su dolor. Gracias por ese enorme legado”.

El último orador fue el gobernador Maximiliano Pullaro, quien precisó que “este espacio recuerda que cuando se fallan los controles, existen las peores tragedias”, y retomó de Javkin el señalamiento de ciertos “roles institucionales que permanecieron ocultos y no pagaron costos políticos”, señalando así a los jueces de la causa.

Finalmente recordó: “Yo era diputado de la provincia cuando ocurrió, y hoy hablo en representación del sentimiento del pueblo de la provincia de Santa Fe. Tener un lugar para recordar a las víctimas y para que no se vuelva a repetir, y sobre todo para volver a dar vida desde la música en la escuela Guastavino. Gracias a los familiares por no haber claudicado y llevar adelante su lucha para la memoria de Rosario y toda la provincia".

Sobre el cierre, un aplauso cerrado expresó el agradecimiento para los ex combatientes de Malvinas que participaron de la búsqueda de las víctimas de la explosión junto a 180 cuerpos de bomberos zapadores y voluntarios de toda la provincia.