Rosario3 nació con pretensiones de novedad y cambio. Con ganas de sacudir el mapa de medios de comunicación de la región, fue gestado como el sitio on line de Televisión Litoral netamente virtual, periodismo digital de pura cepa. Era 2006 y las redes sociales tenían un uso incipiente, casi divorciado de un medio informativo.
Por entones, el sueño era conformar un espacio con identidad propia que pudiera dar cuenta de lo que pasaba acá y desde esa plataforma con cordón industrial, olor a río y finales sin eses, poder mirar y aprender el mundo.
���� ¡Felices 15 años https://t.co/XxsV7M7JmH! ������ pic.twitter.com/pVsJxYhS8U
— Rosario3.com (@Rosariotres) July 20, 2021
Hoy, 20 de julio, mientras que la rosarinidad celebra el día del amigo, Rosario3 cumple 15 años. Es un tiempo considerable para un medio de comunicación digital, un lapso importante de tiempo que ha servido para acertar y cometer errores. En definitiva, para construir un nombre conocido para los rosarinos y rosarinas.
Pero tampoco es mucho. Quizás sea una despedida de la infancia para adentrarse a la juventud, que enriquecida por la experiencia, vibre de cara a lo que vendrá.
Así se siente Rosario3. Un hacer cotidiano multiplicado por días y años –horas intensas y estancadas, agendas recargadas y ausencia de sucesos interesantes, declaraciones cruzadas, fotos y videos para matarse de la risa, golpes de entusiasmo y pozos de aburrimiento–que le permiten un andar más seguro y en simultáneo la necesidad de aprenderlo todo, abiertas las puertas a los escenarios de una ciudad cambiante, inmersa en un mundo imparable que hoy sufre una pandemia.
Hoy compartimos esta alegría de soplar velitas, como hacemos cada día con los asuntos que importan, que trascienden y que hacen diferente la vida cotidiana. Son historias que conforman puentes, que atan unos con otros y que nos sirven, en definitiva, para descubrirnos conmovidos por lo que le pasa a los demás.
Y ahí están ustedes, los usuarios y usuarias que en cada instante, con un click, vuelven a convertir en realidad los tres deseos al calor de la llama: informar, entretener y pensar juntos lo que nos sucede.