Rosario vivió este domingo, como el resto del país, la fiesta más grande de su historia. De esta ciudad son, al fin, los dos mayores artífices, junto al Dibu Martínez, del campeonato mundial que obtuvo la Argentina en Qatar: Lionel Messi, el mejor jugador del mundo, y Angel Di María.
Sin embargo, la fiesta podría ser aún mayor si, como sueña la ciudad entera, se produce alguna instancia de encuentro entre Messi y Di María con el pueblo rosarino. Esa posibilidad está viva, ya la conversaron el intendente Pablo Javkin y el gobernador Omar Perotti, y este domingo hubo cruce de mensajes entre el jefe comunal, el mandatario provincial y los padres de Lio antes de la partida del avión de que trae a los integrantes de la selección de regreso a la Argentina.
Lo que hicieron Javkin y Perotti, dijeron fuentes vinculadas a ambos dirigentes a Rosario3, fue ponerse a disposición para facilitar lo que los jugadores quieran hacer y plantear alternativas posibles, con el compromiso además de que su rol es ser "un instrumento" para que se produzca el encuentro con la gente. La idea es que el protagonismo sea exclusivo de los propios futbolistas.
Las autoridades creen que es posible armar un escenario y un dispositivo del tipo de las visitas presidenciales para que Messi y Di María se encuentren con los rosarinos. La primera opción de lugar es, claro, el Monumento a la Bandera.
Pero recién este martes a la madrugada la selección va a llegar a Ezeiza y se especula que durante el día de mañana se realizará un acto en algún lugar de la ciudad de Buenos Aires, siempre y cuando el plantel así lo quiera.
Por lo tanto, recién después de que se programe eso se sabrá si también hay voluntad y energía por parte de parte de los jugadores para que se realice una recepción pública de los héroes rosarinos en la ciudad, en la que seguramente pasarán las fiestas.
Mientras tanto, las autoridades provinciales y locales ya diseñan un operativo de seguridad y analizan las necesidades logísticas para que el pueblo rosarino pueda expresarle a Messi y Di María su amor y agradecimiento. Ojalá se dé.