En el día de la patria, el país se encuentra nuevamente en confinamiento estricto producto de la pandemia de coronavirus. Lejos de los festejos masivos y las reuniones sociales que solían darse durante el feriado del 25 de mayo, la situación obliga a que cada uno se encuentre en su casa y muchos aprovechen este momento para reflexionar.
La vicegobernadora, Alejandra Rodenas utilizó sus redes sociales para hacer un análisis de la revolución de mayo y las similitudes con la situación actual. “¿Cuál es la patria de la pandemia? ¿Cuál es la patria de quien no registra al otro, ni al dolor y el sacrificio de las y los comprometidos en la lucha contra ella, ni tampoco al límite preciso de la ciencia y sus conclusiones?”, se preguntó.
En el texto, que está acompañado por una animación en la que se destacan algunos integrantes de la primera junta y también médicos con su indumentaria especial para atender pacientes con coronavirus, también invita a hacer que esta fecha sea “una oportunidad para encontrarnos en un deseo compartido de salud”.
El texto completo:
Soles de mayo, revoluciones y equidad
Mayo: postales de una lluvia en la espera y un sol que supo de voces tormentosas en una semana que culminó en un grito de primer gobierno. Y la patria, esa idea naciente y primaria pensada y dicha por Moreno, Castelli, Belgrano y tantos otros, se explicaba como el fin de las sumisiones y el ocaso de un régimen fenecido. Me detengo y pienso: ¿Cuál es la patria de la pandemia? ¿Cuál es la patria de quien no registra al otro, ni al dolor y el sacrificio de las y los comprometidos en la lucha contra ella, ni tampoco al límite preciso de la ciencia y sus conclusiones?
Aquel mayo de 1810 fue un mayo soñado por un puñado de mujeres y hombres que entendieron que el fin de un tiempo ajeno era el inicio de un tiempo propio. Mientras entendían y expandían la idea de la patria, forjaban una épica de la supervivencia y el coraje compartido. Creyeron en la libertad, pero buscaron siempre una forma institucional de transitarla. ¿Hubo tensiones? Claro que sí, pero siempre con la unidad como faro.
¿Cuál es, entonces, el sol de este mayo pandémico y fatigado al que algunos compatriotas se obstinan en opacar? El sol velado de este mayo pareciera teñirse de prejuicios, de pseudo verdades repetidas a ciegas, desnudas de argumentos o adornadas de falacias. Pero hay otro sol en mayo. Un sol de pequeños y grandes gestos, un sol de esperanza en la vacuna que trae equidad y busca redimir asimetrías.
En 1810 el grito emancipador también fue una tregua. Hagamos de este 25 de mayo una oportunidad para encontrarnos en un deseo compartido de salud. Busquemos la forma de seguir siendo patria en la incertidumbre y la tristeza. Y que no sean las cifras del horror el único modo de conmovernos.
Hay una patria que anida en la conciencia colectiva a pesar del torpe individualismo que nos quitó el aire. A esa patria, quienes creemos en una, hoy la celebramos creyendo que un plural es posible cuando lo que está en juego es seguir viviendo o sanándonos con dignidad.
Felices quienes creemos que el sol de mayo sigue siendo eterno. Ojalá la revolución que trae consigo pueda animarnos a reflexionar sobre el sentido de la vida y la libertad.