A una semana de –probablemente– ingresar en una nueva fase de la cuarentena, los empresarios gastronómicos de Rosario se entusiasman con abrir de nuevo el lunes que viene y pulen el protocolo con la Municipalidad. A la distancia social, el uso –obligatorio– y ya instalado del barbijo, se suma la obligación de cada local de llevar un registro detallado de clientes.
“Si bien es algo invasivo, nos vamos a tener que adaptar”, reconoció Alejandro Pastore de la Asociación Hotelera Gastronómica, en contacto con el programa A diario (Radio 2).
Sostuvo que es “clave” llevar el registro: cada cliente deberá dejar constancia de sus datos personales para, llegado el caso, poder contactarse con él si se detectara una persona contagiada que ese mediodía o noche, estuvo en el mismo bar.
El registro quedará en reserva del restaurante, aclaró Pastore; y será compartido con el gobierno únicamente en caso de contagio: “Es darle garantías a quien venga para que si mañana hay alguien contagiado que se sentó cerca, se pueda ir a testear”.