Los cambios en las formas en que las personas se relacionan producto de la pandemia de covid-19 ha afectado a todos los sectores, incluido el entretenimiento para adultos. Miles de personas –informó la sección de Economía y Negocios de Axios– se están sumado a la industria del porno en estos últimos meses como una forma de ganar dinero, en una economía global que se achica y expulsa trabajadores del mercado formal e informal por la pandemia.
Esta tendencia está dando vuelta un modelo de negocio donde las grandes productoras y distribuidoras de contenido para adultos comienzan a perder porciones de mercado a manos de individuos que venden su producción personal en las plataformas para adultos. Este sector emergente de trabajadores sexuales es una expresión más de la economía gig o de plataformas que en Argentina representan empresas como Pedidos Ya, Rappi, Cabify o Uber.
Pero no solo los actores del mercado y el flujo de utilidades muta según Axios. A su vez, se están creando nuevas formas de intimidad entre el espectador y los artistas en línea, quienes buscan satisfacer las fantasías de un cliente que busca conectar con ellos a través de contenidos personalizados.
“La pornografía es gratis en Internet, nadie tiene que pagar para ver videos de sexo o desnudos", dijo Evan Seinfeld, CEO de IsMyGirl, a Axios. "Pero la gente pagará por tener una experiencia interactiva y sentirse reconocida y comprometida ".
Daryn Parker, vicepresidenta de la web para adultos CamSoda, dijo a Axios que su sitio ha lanzado “citas de cocina” de pago entre los y las modelos con sus usuarios. Lo que equivale a una cena vía web con un actor u actriz (amateur o profesional) por una suma de dinero.
Desde que comenzó a implementarse la cuarentena en todo el mundo el tráfico hacia estos sitios aumentó con relación a igual periodo anterior; lo mismo que las ganancias que obtienen como intermediarios entre productor de contenidos y consumidor.
Porhub es un sitio para adultos que tiene una sección dedicada exclusivamente a producir datos públicos relacionados con los hábitos de consumo de sus usuarios. El 28 de mayo encaró un nuevo relevamiento donde da cuenta del aumento de su tráfico en los meses de cuarentena. A partir del 11 de marzo el crecimiento es sostenido con un pico del 24,4 por ciento el 25 de marzo, día en que la compañía anunció que liberaba el acceso a sus contenidos premium por la pandemia.
Pero no solo el tráfico aumenta, nuevos intereses aparecen relacionados con la pandemia. “Hasta la fecha, se han realizado más de 18 millones de búsquedas que contienen [la palabra] ‘Corona’, 1,4 millones ‘Covid’ y 11 millones ‘Cuarentena’. Se han subido más de 1.100 videos temáticos de Coronavirus a Pornhub, y muchos se han visto más de 1 millón de veces. ¡Los videos temáticos de cuarentena suman más de 9200!”, detalló Porhub en su blog.
Pero no solo los sitios exclusivos para adultos están explotando esta tendencia que profundizó la pandemia de Coronavirus. Axios cuenta que OnlyFans, una compañía con sede en el Reino Unido, creada en 2016, está aprovechando el momento. Su plataforma funciona como una cruza entre Instagram y una web "camgirl" para adultos con suscripción paga.
Aunque su marketing se basa en creadores de contenido como comediantes y artistas no condicionados, OnlyFans se volvió relevante cuando permitió que personas de la industria para adultos y trabajadores sexuales creen y moneticen sus contenidos junto con personas del común. La empresa permite a los productores de contenido conservar el 80 por ciento de los ingresos. En 2019 OnlyFans le dijo al New York Times que el 20 por ciento restante se reparten entre las tarifas de procesamiento de pago y la ganancia de la compañía que ronda el 12 por ciento.
En mayo OnlyFans informó que tiene más de 30 millones de usuarios registrados en todo el mundo y que repartió dividendos por $725 millones de dólares entre sus más de 450 mil creadores de contenido. Otra plataforma como Patreon, donde no se permite contenido para adultos, hizo saber que en las primeras semanas de marzo sumó 30 mil nuevos suscriptores que ofrecen servicios que van desde fitness hasta barberos. La mayoría trabajadores que se vieron afectados en forma total por las cuarentenas en el mundo.
Pornhub opera con un sistema similar a través de su Model Program. A diferencia de OnlyFans, la plataforma insignia de la industria del porno ofrece ganancias a sus creadores de contenido que oscilan entre el 85 y el 65 por ciento del total, sobre una base de 3 mil millones de visitas mensuales. El Mercado Libre del entretenimiento para adultos además ofrece numerosas alternativas para la monetización de contenido, pone a disposición herramientas de marketing digital para engrosar la audiencia y un sistema de soporte para los trabajadores que crean contenidos que permite bloquear la zona del mundo que se elija.
Ambas empresas se promocionan como plataformas que intermedian entre un usuario que demanda contenidos más allá del porno explícito y trabajadores que lo producen en base al nivel de exposición al que estén dispuestos a llegar. Hay quienes suben imágenes de desnudez y normales, videos que solo muestran sus cuerpos o recetas de comida saludable y quienes ofrecen pornografía.
A diferencia de otras plataformas de la economía gig, los sitios para adultos no poseen apps iOS o Android para descarga en los play store y tienen mayores dificultades para acceder a sistemas de pago como tarjetas de crédito o empresas fintech debido a la naturaleza de su negocio. Aquellas que aceptan vehiculizar sus transacciones financieras se aprovechan de la escasa oferta y les cobran tarifas más altas de lo habitual.
Axios contó que una alternativa para evitar altas comisiones de sistemas de pago formal es la que ofrece CamSoda. Sus usuarios cambian dólares estadounidenses por tokens al ingresar al sitio, y usan esos tokens para dar propina a los y las modelos. Los creadores de contenido cobran a sus clientes esas monedas virtuales y al final de la semana CamSoda se las cambia por pagos en efectivo.
En cuanto a los y las trabajadoras que producen contenido, ambos están atados a las mismas reglas que el resto de los trabajadores informales de la economía de plataformas. La precariedad laboral y la informalidad. A diferencia de otros trabajadores gig que ofrecen servicios como transporte urbano y el envío de productos, las personas que trabajan en la industria para adultos obtienen mayores ingresos netos que los primeros. Pero en el caso de los segundos, el producto que se compra y se vende son ellos y las exigencias estéticas de los clientes implican adoptar estilos de vida que las satisfagan.
Producto de la crisis desatada por el coronavirus, millones de personas se están quedando sin trabajo en todo el mundo y en particular en los países que tienen sistemas laborales desregulados y redes estatales débiles para la contención del fenómeno. Esto derivó en que un porcentaje (reducido) de esa oferta de mano de obra cesante se volcó a plataformas de entretenimiento para adultos en busca de ingresos. La revista Elle informó que producto de estos meses de desempleo y pandemia “OnlyFans aumentó un 75 por ciento en sus suscripciones, con 150 mil nuevos usuarios creando cuentas diariamente”. Esto a su vez trajo otro tipo de consecuencias para quienes trabajan en el negocio del sexo previo a la pandemia: “...algunas trabajadoras sexuales, muchas de las cuales se vieron obligadas a trasladar sus negocios en línea, dicen que la plataforma se está inundando de ‘turistas’ casuales” lo que a su vez provocó debates sobre cómo se ejerce el trabajo sexual indicó Elle.
Otros críticos –señala Axios– temen que el aumento de OnlyFans y otros sitios de fanáticos para adultos sea una señal de que los problemas económicos derivados de la pandemia están impulsando a más personas a vender sus imágenes de desnudos para obtener un salario.
"Lo veo como una tendencia duradera", dijo Daryn Parker, VP de CamSoda a Axios. “Esta es la nueva normalidad. Nunca va a volver a como estábamos en enero y febrero". Una nueva generación de la economía de plataformas se abre camino en la venta de servicios por comisión y el producto transable: las imágenes sexuales de personas on demand.