Franco Bartolacci forma parte de una camada de dirigentes cuya cuna política es la universidad pública y hoy se encuentran ocupando los cargos institucionales más importantes de la ciudad. Surgió como dirigente estudiantil del brazo universitario del radicalismo (Franja Morada) junto a otras figuras como el intendente Pablo Javkin y la presidenta del Concejo Municipal (también su esposa) María Eugenia Schmuck, entre otros.
Se graduó como licenciado en Ciencia Política y es docente. A la vez ocupó distintos cargos en su facultad: desde presidente del Centro de Estudiantes hasta decano durante dos períodos.
En el 2019 fue electo rector de la UNR al haber logrado un amplio acuerdo político entre sectores radicales, peronistas e independientes. Bartolacci se destaca por conocer cada lugar y estar al tanto de los detalles, lo hizo cuando estaba en el decanato de Política y ahora en el máximo sillón de la universidad.
Nació en 1975, es oriundo de la localidad santafesina de San Jorge, se vino a estudiar a Rosario y hoy vive en una casa de Fisherton junto a su familia. Es padre de dos hijos, su especialidad culinaria son los asados y cultiva la amistad con su grupo de compañeros y amigos de la facultad.
Su líder es el doctor Raúl Alfonsín, quien lo marcó como a la mayoría de los jóvenes radicales rebeldes al menemismo de los noventa. Su principal obsesión es la gestión de la universidad, aún no se ve en otro lugar, algo que tuvo entre ceja y ceja desde cuando pisó por primera vez la Siberia.
Cierra la entrevista con una valoración de los afectos: “Es bravo cuando uno tiene una representación institucional como ésta. Sin la familia, sin Mariu (su mujer), sin los hijos, sin los amigos… se haría muy cuesta arriba. Es tan necesario ese sostén que el resto sería imposible”.