La crisis climática disparada por el calentamiento global es una realidad cada vez más palpable, y los desastres que se dan en distintas partes del mundo van empeorando con el correr de los años.

Esto es algo que preocupa a regiones como la de California, en Estados Unidos, que según un estudio tiene el doble de posibilidades de enfrentar el denominado "Big One" durante los próximos 40 años.

Qué es el "Big One"

La falla de San Andrés, que tiene una extensión de 1.300 kilómetros, representa el riesgo de que un terremoto de energía superior a ocho en la escala de Richter se desate en la región de California.

Pero los científicos están alertando que este desastre no implicaría solamente un terremoto. Según Science Advances, la aceleración de fenómeno provocaría además una inundación de dimensiones "épicas".

Región por la cual se extiende la falla de San Andrés.

El investigador de la Universidad de California que formó parte del estudio, Daniel Swain, dijo a CNN que el "Big One" de agua será algo "nunca antes visto" y el peor desastre natural de la historia.

La catástrofe superaría en gravedad al fenómeno ocurrido en California alrededor de 1860, cuando comunidades y pueblos enteros fueron arrasados en minutos y 4.000 personas murieron.

Consecuencias devastadoras

Para comprender mejor el alcance del fenómeno, Swain lo comparó con las devastadoras inundaciones que recientemente azotaron a Kentucky, matando a unas 30 personas. Pero en este caso sería de una magnitud incluso mayor.

La principal causa del desastre, sostiene, sería el cambio climático. Fundamentalmente por el incremento de las lluvias torrenciales.

Dado que California es un estado mayormente árido, en el pasado se benefió por este tipo de fenómenos. Pero los cambios en el clima están volviendo más frecuentes y violentas estas lluvias.

Las zonas más afectadas

La zona más afectada, según los investigadores, sería el Valle Central, con las ciudades de Sacramento, Fresno y Bakersfield. Se trata de un área inmensa que produce una cuarta parte del suministro de alimentos en Estados Unidos.

De acuerdo con los investigadores, este desastre sería el más caro de la historia, con daños calculados en 1.000 millones de dólares, cinco veces más que el saldo del huracán Katrina que hasta ahora mantiene el récord.