Este miércoles por la madrugada se aprobó la nueva ley de Alquileres que mantiene la vigencia de los contratos por tres años, pero con una actualización semestral con nuevo índice de cálculo. Para los inquilinos fue un “empate agridulce”. Desde el sector de los corredores inmobiliarios, ven con dudas su eficacia y aclaran, a quienes ahora están negociando sus contratos, que la ley vigente es la de la actualización anual ya que aún no se promulgó la nueva. Con todo, estiman que la promulgación será en los próximos días. Reina la incertidumbre.
“Primer y principal, la ley vigente es la actual”, aclaró la presidenta del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario (Cocir), Gabriel Ortiz de Urbina, en contacto con el programa Radiópolis (Radio 2).
Y criticó: “Estamos viendo familias angustiadas porque no consiguen propiedades y encima los confundimos con la ley que se aprobó, es una cuota más de desolación sobre los inquilinos”.
En esa línea, se manifestó también Emmanuel Canelli de la Asociación Inquilinos Rosario, para quien la sanción de la nueva ley fue “agridulce” y mantiene por ahora la incertidumbre tanto entre inquilinos como entre propietarios porque aún no hay precios ni de renovación ni de inicio de contratos. Con todo, sostuvo que la nueva ley supone un “empate” y es mejor que la que planteaba la oposición con dos años de contrato y ajustes cuatrimestrales.
“Era alarmante si (ese proyecto) se aprobaba; logramos mantener los tres años pero los ajustes en lugar de ser anuales son semestrales. Se escuchó por un lado a los inquilinos con los tres años, y a los propietarios que decían que los ajustes quedaban lejos”, observó.
Respecto de una reactivación del mercado locatario, no obstante, Ortiz de Urbina mostró escéptica: “Esperamos alquilar más porque se necesita en el mercado, pero dudo de que sea así”.
La presidenta del Cocir explicó que más del 80 por ciento de los inmuebles disponibles para alquiler son de propietarios que buscaron atesorar en ladrillos para complementar jubilaciones, pero que debido a la ley vigente, decidieron volcarlos a la venta ya que la relación entre inversión e ingresos no resultaba atractiva e incluso a veces era de suma cero. “Un propietario tuvo que cambiar un termotanque y el gasto supuso cinco meses de alquiler”, graficó.