Los últimos aumentos con los que llegaron las boletas de Aguas Santafesinas a los hogares rosarinos dejaron boquiabiertos y enojados a muchos usuarios, que reportaron incrementos de hasta un 450% en lo que va del año. Si bien se trató de una suba anunciada por la empresa, en el marco de un escenario deficitario y con la “tarifa muy atrasada”, en la ciudad el servicio se cobra mediante un régimen tarifario fijado en la década del 90 por el cual la mayoría paga en función de los metros cuadrados y no del consumo real, ya que las propiedades no suelen tener micromedidores. Anunciaron que desde el próximo bimestre las facturas se pagarán mensualmente, como la de luz.

Según explicó la presidenta del directorio de Aguas Santafesinas, Anahí Rodríguez, en diálogo con De boca en boca (Radio 2), el ente regulador aprobó un aumento del 190% para el segundo bimestre de este año, otro del 50% para el tercer bimestre y uno más del 24% para el cuarto. Aunque la suma da 264%, a partir de los impuestos y otros componentes que encarecen la factura se entiende que algunos ciudadanos hayan sufrido subas de casi el doble. 

“Hace tres meses pagaba 9 mil pesos, después 18 mil y hoy me llegó 27 mil”, escribió un usuario que invitó en la red social X a contar cuáles habían sido las subas en sus casos particulares. Como ese, hubo numerosos mensajes que expusieron las subas, a las que en determinados calificaron como “impagables” en medio de la recesión económica y los tarifazos de todos los servicios, también de la luz y el gas. 

La presidenta del directorio de la empresa sostuvo que “la tarifa estaba muy atrasada” en relación a los costos operativos que deben cubrir para garantizar la producción y el suministro de agua en toda la provincia, aunque uno de los principales problemas en relación al monto de las boletas se relaciona a cómo se mide el consumo. O, en realidad, a que no se mide. “La mayoría paga en función de los metros cuadrados y no del consumo real”, dijo Rodríguez. 

Un esquema tarifario de la década del 90

El regimen tarifario de Aguas Santafesinas fue creado en 1994 en el marco de un proceso de privatización que, según postuló la funcionaria de la empresa, “desalentaba permanentemente la utilización de políticas de medición de consumo”.

Es por ello que el gobierno santafesino se ha puesto como objetivo salir del actual régimen tarifario: “Necesitamos debatir el nuevo régimen tarifario, en ese sentido desde el Ministerio de Obras Públicas hemos trabajado junto al gobernador Pullaro en un mensaje que se envió a la Legislatura provincial, que ya cuenta con media sanción de Senadores y esperamos que esta semana pueda ser tratado en Diputados”. 

El mensaje del que habla Rodríguez es la declaración de emergencia de la empresa Aguas Santafesinas. El proyecto fue enviado a la Legislatura en mayo pasado, tuvo media sanción en el Senado y luego fue girado a Diputados, donde todavía no se debatió en el recinto.

“Sabemos que es un contexto muy complejo de nuestro país. Hemos avanzado en este esquema de sinceramiento de tarifas porque partimos de un escenario muy negativo. El objetivo número uno es pensar en el usuario. Recibimos una empresa con un gran déficit, una gran desinversión y desorden financiero”, argumentó Rodríguez. 

Si se aprueba la ley que declara la emergencia de la empresa Aguas Santafesinas, la funcionaria precisó que será posible avanzar en la modificación del esquema tarifario, en primera instancia con debates en audiencias públicas en las que, además, se abordarán otros ejes vinculados al uso y consumo del servicio en hogares, comercios e industrias, y también la posibilidad de establecer una tarifa social