China anunció este martes el confinamiento de la ciudad de Lanzhou, en el centro del país, debido al aumento de casos de coronavirus en los últimos días, informó el Gobierno municipal en un comunicado publicado en su página web.
En el último recuento hecho público, la Comisión Nacional de Sanidad del país asiático notificó seis nuevos casos en Lanzhou, capital provincial de Gansu, detectados el lunes. Según el censo de 2019, los residentes estables de la ciudad son 3,7 millones.
En total, hay 51 casos activos en Gansu, 39 de ellos en Lanzhou, a raíz del último rebrote detectado en China a mediados de octubre. También hay 33.307 personas bajo observación médica en todo el país.
“La situación de control y prevención epidémicos en Lanzhou es grave y compleja”, aseguró el Gobierno en el comunicado, y agregó que la decisión se toma para evitar que el rebrote se siga extendiendo.
Así, la ciudad pondrá en marcha pruebas de ácido nucleico y confinará los complejos residenciales, de los que sólo se podrá salir para comprar víveres, recibir tratamiento médico o participar en las tareas de control y prevención contra el coronavirus.
Quienes entren y salgan de sus viviendas deberán presentar un código de reconocimiento rápido (QR) de color verde en su teléfono móvil, el cual garantiza que la persona no está infectada o que no ha estado en contacto con contagiados.
Este último rebrote se detectó en China a mediados de octubre a raíz del viaje de un grupo de jubilados a zonas turísticas de las provincias de Gansu, Mongolia Interior (norte) y Shaanxi (centro) y, según las autoridades sanitarias, está causado por la variante delta, considerada más contagiosa. La comisión sanitaria informó este martes que hay ahora 603 casos activos en todo el país, 21 de los cuales se encuentran graves.
Pese a que ya se han administrado 2.250 millones de dosis de vacunas entre la población china, de 1.411 millones de habitantes, las autoridades continúan a rajatabla su política de tolerancia cero contra el covid-19, lo que implica confinamientos selectivos y test masivos de coronavirus en todas aquellas zonas en las que se detectan casos.
Además, el país asiático todavía aplica los estrictos controles de entrada que implementó en marzo de 2020, de modo que quienes aterrizan en China deben presentar test negativos PCR y de anticuerpos antes de embarcar, tras lo cual los espera un periodo de rigurosa cuarentena de al menos dos semanas.